El cambio que ha sufrido la factura de la luz en España ha traído cola. Desde el primer día en que se puso en vigor, las redes sociales han ardido contra las nuevas franjas horarias que se han impuesto, diferenciando entre horas punta, horas valle y horas llanas con precios diferentes según el tramo horario en el que se consuma. Principalmente, han aflorado muchas bromas sobre el hecho de tener que poner los electrodomésticos a funcionar por las noches porque saldrá más barato. En cualquier caso, la polémica está servida y ya son muchas las asociaciones que han mostrado de una manera u otra su rechazo.
Ecologistas, anticapitalistas, feministas y comunistas se han dado cita en Zaragoza para defender que la nueva factura de la luz es una «tortura». El grito más repetido fue precisamente ese, «esta factura es una tortura». Pero también ha habido mensajes para la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a la que solicitaron, irónicamente, que sea ella quien les apague la nevera. Otros de los lemas más escuchados han sido el de «energía y capital, alianza criminal» y el de «ni gente sin casas, ni casas sin luz»·.
La protesta fue convocada por la asociación juvenil contra el clima de Zaragoza, Fridays For Future, quienes reclamaron «una nacionalización de las empresas eléctricas» y defendieron que la nueva factura iba en contra «de la clase obrera». Asimismo, criticaron «las inversiones millonarias en grandes infraestructuras» que ejecuta el Gobierno, como la conexión entre Francia o Marruecos, y también la «inundación de plantas fotovoltaicas» en el territorio aragonés «que no generan empleo».
La concentración fue secundada a nivel nacional y las protestas se extendieron por ciudades como Madrid, Bilbao, Granada o Sevilla, todas ellas mostrando al unísono el rechazo al nuevo recibo eléctrico.
