El servicio de Cardiología del Servet es uno de los que más ha evolucionado desde el punto de vista tecnológico. Así lo asegura la jefa del área, Mª del Rosario Ortas Nadal, cuando explica que el hospital zaragozano es al que todo el mundo mira.

Esa responsabilidad como centro neurálgico del sistema sanitario ha llevado a las distintas áreas a subespecializarse para dar un mejor servicio a los pacientes, aunque ello también obliga a los profesionales a trabajar en grupo.

A nivel práctico, son seis las especialidades: la cardiología intervencionista; la unidad de arritmias, electrofisiología y electroestimulación (tratamientos a través de catéter e instalación de marcapasos); procedimientos en cardiopatía estructural (donde destaca que las válvulas ya no requieren hoy día siempre de cirugías abiertas); e insuficiencia cardíaca (que es el proceso final de otras patologías, como puede ser la oncológica).

Esta subespecialización ayuda a que los pacientes reciban los cuidados que necesitan específicamente, pero también hace que el cardiólogo clínico deba tener un alto conocimiento de todas esas competencias para que integre esa formación y el paciente se beneficie del conocimiento multidisciplinar.

Precisamente es por el trabajo mutidisciplinar por lo que destaca este servicio. «En el área de Cardiología trabajamos en conjunto con las áreas de Pediatría, Oncología, Rehabilitación cardiaca, Radiodiagnóstico, y, además de con esas áreas, psicólogos y genetistas se unen a los grupos para trabajar unidos. A través de los grupos de trabajo interdisciplinares se llevan a cabo las actuaciones que permiten trabajar unidos. Creemos realmente que ese es el futuro y es hacia donde caminamos», finaliza Ortas.