Su plan para los próximos días era finalizar la producción en Goya 3D Mayo, cortometraje que recreaba los fusilamientos que Goya pintó con la visión de Saura y en la que él trabajaba como productor ejecutivo. Pero la vida dio un vuelco. Como los finales se precipitan en las buenas películas. Jaime Fontán, jefe de producción de Aragón TV y una figura de referencia para el audiovisual aragonés, fallecía ayer. Pasó la tarde en la tele. Aquella que él levantó, que conocía desde los cimientos, desde los tiempos de Antena Aragón. Y, por la noche, fue noticia en múltiples mensajes. En los que se sorprendían con la pérdida de un profesional que conocía este sector como la palma de su mano, como si lo hubiera parido, como se suele decir. Porque, en parte, lo hizo.

Jaime Fontán arrancó el proyecto de la televisión autonómica, batalló por la ficción y por las productoras de la tierra. Conocía a todos los profesionales que formaban parte del ecosistema. Y, lo que es más importante aún, conocía y participaba de sus sueños. Jaime Fontán tenía un corazón grande. Tanto como para haberle dado ya algún aviso en el pasado. Muchos verán su huella en ese Goya. Y en los quince años de historia de la televisión autonómica.