Dice una voz autorizada de la hostelería aragonesa que se esperaban que el Gobierno central diera marcha atrás en la administración de las restricciones de los establecimientos que tienen permiso para abrir más allá de medianoche. Tenían la certeza de que así sería después de que Madrid acudiese a la Audiencia Nacional, y de que eso provocaría un giro en la gestión para que las medidas adoptadas no acaben una y otra vez judicializadas. El siguiente paso, según fuentes del ocio nocturno aragonés, será permitir a los establecimientos de la comunidad a los que se lo permita su licencia abrir hasta las 3 de la mañana a partir de la próxima semana. Si no es hasta las 3, primer límite que marcó el ministerio de Carolina Darias, será hasta las 2. No obstante, desde el Ministerio de Sanidad han dado libertad a las decisiones de cada territorio. No hay una hora tope de cierre marcado. «El horario de estos establecimientos será como máximo hasta las 2.00 horas», dice el texto ministerial, que matiza para poder «ampliarse en función de la evolución de los datos epidemiológicos». O lo que es lo mismo, deja la decisión última en manos de cada cual.

La línea general de las asociaciones de hosteleros se expresaba ayer con felicidad. Consideran que esas tres horas extra son «el factor diferencial» que les permitirá volver a gestionar sus negocios como siempre, empezar a recuperarse de los 15 meses que han sufrido medio cerrados, cuando no clausurados. Ya piensan incluso en el siguiente paso, el de la ampliación de los aforos, aunque eso será más peliagudo. No resulta tan fácil conjugar la capacidad de cada establecimiento con la obligación de guardar la distancia reglamentada en tiempos de pandemia.

El Ejecutivo aragonés no se pronuncia al respecto. En realidad lo hace con su versión clásica, la que dice que todo irá en función del número de casos que se notifiquen en la comunidad. Viene a ser el algoritmo empleado para tomar estas decisiones desde hace meses, sobre todo desde que estableció el régimen jurídico de alerta sanitaria para el control de la pandemia, la ya famosa Ley 3/2020 que le permite gobernarse de otra manera.

En definitiva, la decisión de flexibilizar los horarios se corresponde con el análisis de la situación en Aragón. No hay más confirmación. Día a día, partido a partido. El de esta semana se va ganando otra vez. El de la siguiente, se supone, se vencerá por un margen incluso superior. Será la hora del ocio nocturno, el sector al que alguien ya le ha deslizado, como poco, que su vieja normalidad está a la vuelta de una semana.

Enfrente, los hosteleros no se han cansado de protestar durante meses. Han organizado manifestaciones, concentraciones, han pitado en la entrada del Pignatelli, se han plantado en un pleno de las Cortes, han insistido por todos los medios para exigir su particular vuelta a la normalidad. No olvidan que se han sentido injustamente tratados, con unas reglas que no les parecieron las mismas para todos y se han llevado por el camino a cientos. Solo en el cómputo de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza se calculan en un millar el número de negocios cerrados. Entre ellos, claro está, muchos de ocio nocturno. Algunos se reiventaron en cafetería «para perder menos», otros han vuelto hace poco, y hay quien sigue con la persiana abajo.

No es la primera vez que Aragón sigue la línea marcada por el Gobierno central. La semana pasada votó a favor del nuevo acuerdo sobre la apertura de locales de ocio y discotecas en la Interterritorial, donde se acordó sin unanimidad que el ocio nocturno pudiera abrir hasta esa hora en los territorios con más baja incidencia. No lo aplicó agarrado a su ley y por estar aún en fase 2.

En el último giro, ayer el Ministerio de Sanidad presentó a las comunidades una nueva propuesta de medidas contra el coronavirus de cara a la nueva normalidad en la que abre la posibilidad de que las autonomías amplíen el horario del ocio nocturno si su situación epidemiológica lo permite. Este cambio de criterio se produjo después de que Madrid, Andalucía, País Vasco, Cataluña, Galicia y Murcia rechazaran aprobar el pasado miércoles un informe en el que se establecía que los establecimientos podrían estar abiertos hasta la 1.00.

En dicho informe se señalaba que la apertura de los locales de ocio nocturno se podría autorizar cuando la situación epidemiológica de la unidad territorial de referencia para el control de la pandemia esté fuera de los niveles de riesgo o en nivel de alerta 1 de acuerdo al documento Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de covid-19. Sin embargo, tras la negativa de varias comunidades a aprobar este documento, Sanidad presentó ayer la nueva propuesta en la que se propone permitir a los locales y discotecas abrir hasta las 2.00 horas, pero... "pudiendo ampliarse" de forma autónoma en función de la evolución de los datos epidemiológicos.

El Ministerio de Sanidad quería acordar unas medidas de obligado cumplimiento y comunes, en función de la incidencia de covid en la hostelería, el ocio nocturno y los actos masivos, al menos hasta el final del verano, pero fracasó. Para lograr el consenso que no consiguió la semana pasada, Sanidad admitió ayer que las limitaciones en la apertura de discotecas y en la celebración de actos multitudinarios sean meras recomendaciones, sugerencias que seguirá Aragón... o eso les han dicho a los hosteleros.