El sistema Viogén fue puesto en marcha en el 2007 por el Ministerio del Interior para establecer una tupida red que permitiera el seguimiento y protección de forma rápida, integral y efectiva de las mujeres maltratadas y de sus hijos. Uno de los planteamientos es la incorporación de las policías locales a la labor que ya hacen la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero en Aragón, 14 años después, el plan estatal sigue sin llevarse a cabo. Solo dos de los 34 municipios de la comunidad que cuentan con un cuerpo de la Policía Local están dentro del sistema, Huesca y Calatayud; aunque otros dos, Pinseque y Binéfar están ya en trámites. De todos ellos destaca Zaragoza por el volumen de casos activos a atender, casi el millar, que está estudiando cómo entrar en el sistema, después de que la Secretaría de Estado de Seguridad rechazara su propuesta de participar en las labores de prevención social y de compartir datos. 

La falta de agentes en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es una evidencia que sale a relucir con el sistema Viogén. Los datos son claros, en Zaragoza hay 11 agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón para las 550 mujeres que tienen declarado un nivel de riesgo bajo, medio, alto o extremo. La situación empeora todavía más si cabe si se incluyen las más de 400 cuyo peligro se considera no apreciado, es decir, el seguimiento es más laxo porque, inicialmente, no corren peligro, aunque pueden acabar dentro de los grupos anteriores. 

De ahí la necesidad de que se incorporen las policías locales como si las plantillas de estos cuerpos estuvieran cubiertas al 100%. En Zaragoza, por ejemplo, están sin cubrir 300 plazas, teniendo una ratio de un policía por cada 714 habitantes en la actualidad. Esto ha llevado a que en los 14 años de puesta en marcha el sistema Viogén ni los gobiernos municipales del PSOE, ZeC, ni en los dos primeros años de la legislatura PP-Cs se haya suscrito. No obstante, parece que en la actualidad hay movimientos. Según pudo saber este diario, el consistorio se habría fijado en los modelos Viogén de las policías locales de otras ciudades españolas como Madrid o Málaga con los que habría mantenido contactos. También está la experiencia cercana de Huesca, con la que comparte una ratio muy similar de agentes por número de habitantes, uno por cada 750, y que tiene dos agentes de la Policía Local especializadas en mujer y menor. Estas están a cargo de los casos considerados de riesgo no apreciado, el resto recae en la Policía Nacional. La Guardia Civil tiene competencia en el medio rural.

Pero más allá del modelo a implantar está el problema del déficit de personal. De ahí que el consistorio esté barajando incluir la unidad dentro de la reorganización que el consistorio quiere llevar a cabo. La Jefatura de la Policía Local de Zaragoza elaboró, con el respaldo del gobierno municipal, un plan que contempla la supresión de varias unidades, entre ellas la de Barrios Rurales y la de Protección Ambiental y Consumo, y la de radares. Todo ello tendrá que ser pactado con los sindicatos. A finales de año saldrá también una convocatoria de oposición para 33 plazas nuevas. 

Mientras llega esta especialidad, la Policía Local sigue atendiendo casos. El pasado año realizó 168 detenciones de violencia de género. 

32 víctimas

En estos momentos en Aragón hay 16.728 víctimas de la violencia machista de los cuales 32 están siendo asistidas por la Policía Local de Huesca y de Calatayud, que son los dos únicos municipios dentro del plan Viogén. Otras localidades como Teruel, Ejea, Utebo, Monzón o Alcañiz, cuentan con amplias plantillas municipales, pero no están integradas. 

Del total de víctimas, seis casos activos se consideran de riesgo no apreciado y otras cuatro de nivel bajo. Este último implica que la Policía tiene que hacer contactos esporádicos con las víctimas, cada agente tiene asignada una mujer para realizar un seguimiento personalizado y se las enseña cómo autoprotegerse. 

En estos momentos, según los últimos datos del Ministerio del Interior, un caso está valorado como extremo y 16 como alto.