El presidente del PAR y vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, previsiblemente retomará su agenda pública esta semana, tras recibir el alta hospitalaria el pasado 3 de junio después de varias semanas ingresado para someterse a distintas pruebas diagnósticas en el hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Tal y como manifestó el pasado jueves en la comisión permanente del partido celebrada de forma telemática, en cuanto reciba el alta para realizar actividades de forma presencial prevé convocar a la Ejecutiva del partido para fijar la fecha del próximo congreso. Una cita que se celebrará entre los meses de octubre y noviembre, cuando se haya alcanzado el 70% de población inmunizada contra el coronavirus y se pueda celebrar «con todas las garantías» un evento que reúne a unas 500 personas llegadas de todas las comarcas aragonesas.

El PAR quiere mostrar con ello que se siguen los pasos previstos que se habían marcado en anteriores Ejecutivas permanentes, y que ya incluían la convocatoria del máximo órgano de decisión del partido para otoño. La demanda presentada por la militante y exdirectora general de Energía con Aliaga en anteriores legislaturas, Marina Sevilla, y admitida a trámite esta semana, denunciaba que se había vulnerado el derecho de asociación al retrasarse dos años la convocatoria del congreso.

En la prórroga

Sin embargo, fuentes próximas a la dirección del partido aseguran que los propios estatutos del PAR prevén que se celebre un congreso cada cuatro años, pero que en la convocatoria puede haber una prórroga de dos años más. Es decir, aunque el congreso debía haberse celebrado en 2019, todavía en 2021 se cumplirían los estatutos si se tiene en cuenta el tiempo de prórroga. Además, recuerdan los cargos consultados, «en este tiempo hemos vivido la peor pandemia mundial en cien años».

En este tiempo, recuerdan las fuentes consultadas, se han celebrado una quincena de comisiones permanentes, «más de una al mes». Por eso, rechazan las acusaciones de Marina Sevilla de falta de actividad orgánica en el partido y de ausencia de «democracia interna».

Estas mismas fuentes recuerdan que en enero de 2020 se celebró la Ejecutiva en la que se decidió «por unanimidad» que el congreso se celebraría en junio de ese año. Pero estalló la pandemia. Y aseguran que fue entre abril y mayo cuando se decidió «esperar a celebrar el congreso hasta que se pueda congregar a 500 personas». Pasó el verano de 2020, con nuevos rebrotres en Aragón y limitaciones a las reuniones sociales, que se prolongaron durante el otoño.

Imagen de archivo de una de las últimas comisiones ejecutivas del PAR presenciales, en 2019. EL PERIÓDICO

En invierno, Aliaga volvió a caer enfermo. Y en marzo de este año, se creó la comisión preparatoria del congreso, formada por cinco miembros y presidida por el secretario general del PAR, Joaquín Serrano. Esta comisión se reunió por primera vez en abril, y decidió que el congreso se celebrará «cuando se alcance el 70% de la inmunidad, previsto para final de verano, para proteger la salud de los militantes», explican las fuentes consultadas.

"Intereses oscuros"

Con este relato de los hechos, fuentes próximas a la dirección del PAR subrayan que «la hoja de ruta está marcada y se está siguiendo». Por eso, se preguntan «qué intereses oscuros» puede haber para que una militante ponga en tela de juicio que se han ido dando todos estos pasos, cuando se trata de decisiones adoptadas por unanimidad y «comunicadas» a los distintos órganos del partido.

Los cargos consultados insisten en que la demanda «no preocupa en absoluto» y consideran que «tiene el objetivo que tiene, que no es precisamente hacer bien al partido, sino hacer ruido». Por eso, en la última comisión se aprobó por mayoría contratar a dos abogadas más para «defender la honorabilidad de la gente a la que representa el PAR».

La demanda de Sevilla coincide en el tiempo, además, con la carta hecha pública por los expresidentes del partido, José Ángel Biel, Hipólito Gómez de las Roces y José María Mur, en la que critican a la actual dirección. Una misiva de la que después algunos de los firmantes se distanciaron, según ha podido contrastar esta redacción.

Según ha podido conocer EL PERIÓDICO, los últimos movimientos para intentar desestabilizar al partido tendrían, más allá del objetivo de cambiar la dirección, la intención de conseguir una respuesta favorable por parte del Departamento de Industria del Gobierno de Aragón, que lidera el propio Aliaga, para un proyecto relacionado con el sector de la energía en Teruel.

A dos años de las elecciones, el PAR afronta un momento clave para su cohesión interna y su futuro político. El ruido sigue, pero el congreso ya tiene fecha.