La diputada por Huesca, Erika Sanz, que renunció a sus cargos en el Consejo Ciudadanos de Podemos Aragón el pasado 7 de mayo y anunció el día 27 de ese mes que dejaría el acta de diputada «al finalizar el periodo de sesiones en junio», confirma ahora que finalmente abandonará las Cortes el 24 de agosto.

Es «la opción más conveniente», aseguró la parlamentaria, que recordó que no se reincorporará a su puesto de profesora en la escuela pública hasta el 1 de septiembre y ya ha realizado los trámites necesarios para solicitar su reingreso a la actividad docente después de más de seis años centrada en su actividad política.

La oscense continúa dentro del grupo parlamentario de Podemos, pese a haber abandonado sus cargos en el partido y haber criticado duramente la acción de Gobierno que ejerce la formación en el seno del cuatripartito. 

El partido no ha forzado su salida al grupo mixto, y ella no ha solicitado el cambio hasta ahora, ni prevé hacerlo. Sí que fue despojada, desde el anuncio de su renuncia y sus críticas al partido, de sus portavocías en las comisiones de Educación y Economía y en la ponencia de la Cámara de Cuentas. Así, la parlamentaria de Huesca ya no tiene funciones específicas ni intervenciones en las comisiones ni en los plenos, pero conserva su derecho a voto, que no siempre hace coincidir con el sentido del propio grupo parlamentario.

Pese a que las relaciones con el partido están rotas, Sanz mantendrá su acta hasta final de agosto. Este jueves manifestó que «ni el Consejo Coordinador de Podemos ni la coordinadora general, Maru Díaz, han puesto objeciones a mi decisión».

La parlamentaria percibirá en estos meses su retribución como diputada sin complementos, 3.186,76 euros al mes, y la paga extra de verano completa. Sanz afirmó, por otro lado, que «renuncia» a cobrar la cesantía que pueden percibir los diputados cuando terminan sus funciones y se encuentran en el paro.

Una retribución equivalente al salario de diputado que pueden percibir durante un año «en aquellos casos en los que el representante, al finalizar su mandato, no obtiene ingresos por encontrarse en situación de desempleo», según el reglamento de las Cortes, que asigna una «indemnización por cese encaminada a lograr su reincorporación al mercado laboral».

En el caso de Sanz, al dejar el escaño no estará en el paro porque volverá a su labor como maestra. En estos meses, la diputada explicó que seguirá donando una parte de su salario a Podemos, como en todo este tiempo.