«Me gustaría que hubiéramos conseguido una institución a nivel internacional dedicada a la salud pública que esté libre de dudas en cuanto a su independencia y criterio científico», porque si se logra «podremos tomar medidas más rápidas y más fiables». Con esta frase ha concluido este lunes Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, su conversación con Francisco Javier Falo, director general de Salud Pública del departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, en la charla inaugural de las Jornadas de Trabajo sobre calidad en salud, que inauguró la consejera de Sanidad, Sira Repollés.

Simón ha reconocido además que «la siguiente pandemia el impacto será menor pero la exigencia mayor». La charla online giró en torno a ¿Estamos preparados para otra pandemia? Lecciones aprendidas. Y lo primero que ha respondido Simón fue «humildad», aunque a continuación, como en otras pandemias a lo largo de la historia, se ve que siempre es necesaria «más coordinación», ha dicho el director del Centro de Coordinación, a lo que Falo ha añadido: «Todo es muy emocional todavía y nos impide analizar con racionalidad» la situación pero hace falta «una evaluación» que permita un análisis para adoptar medidas en el futuro.

Es en ese sentido donde Simón ha hecho hincapié en una institución independiente porque en la actualidad «todo aquel que tiene capacidad de evaluación está implicado y por lo tanto genera sesgos», ha señalado.

Falo considera que una parte de la desconfianza en la gestión se debe al «sistema de información» y es que, según Simón, hay que unir bases de datos, no solo asistenciales, si no de todos los implicados. Ahora, por ejemplo, sabemos los datos diagnosticados, los de uci... «y eso era imposible hace unos meses». Para el futuro, también se querrá «para todas las enfermedades» y será importante tener una «visión global de todo el sistema de salud pública», pero también de informáticos, ingenieros, enfermeras, sociólogos, antropólogos, veterinarios... personas que aporten los datos y los especialistas puedan «interpretar».

Por eso Simón ha apostado por cambiar la forma de enseñar a los universitarios», erradicando el «aprendizaje memorístico» apostando por «enseñar conceptos» y no haya una microespecialización. Por todo lo aprendido desde que apareció el coronavirus, Simón ha señalado que actualmente «estamos más preparados que hace un año, pero nunca lo estaremos lo suficiente»; ya que hay que tener en cuenta que un individuo no es una isla sin o que puede tener impacto en la población, como se ha demostrado tras el primer contagio.