La aplicación de la terapia Ecmo, que consiste en un soporte de oxigenación que permite realizar la función respiratoria fuera de los pulmones, ha permitido salvar la vida a una joven aragonesa de 34 años que ha pasado 134 días ingresada en la uci del hospital Miguel Servet de Zaragoza tras contraer el covid y que ayer recibió el alta para pasar a planta.

Es la primera vez que el equipo de intensivistas de este centro aplica esta técnica puntera en un enfermo de covid tan joven y con una estancia de larga duración. «Antes del covid su uso podía ser tan solo de 10 o 15 días. Ella, sin embargo, ingresó con nosotros el 1 de febrero, derivada del hospital Clínico, y ya se le aplicó esta tecnología», explica a este diario Luis Manuel Claraco, uno de los intensivistas del equipo de la uci polivalente del Servet que ha tratado este caso.

La joven presentaba una neumonía grave fruto del covid y el tratamiento convencional, con ventilación mecánica porque estaba sedada e intubada, «era ya insuficiente para aportarle oxígeno a su organismo que le permitiera mantener la supervivencia», añade Claraco. Fue entonces cuando la técnica Ecmo, que se usa en este hospital desde hace cuatro años en casos «muy seleccionados» de uci, se vio como el último recurso al que acudir. «Es una terapia de alta complejidad. Cada minuto se extrae del paciente una cantidad de entre 3 y 4 litros de sangre, que la pasamos por una membrana para que esa sangre se oxigene y, después, se devuelve al enfermo. Conlleva riesgo y muchas complicaciones», apunta el especialista.

Rehabilitación duradera

Al inicio de la pandemia del covid, dadas las afecciones en los pulmones, la técnica se consideró viable en algunos enfermos, pero «nunca» en un caso como el reciente. «Sin duda se puede decir que esta chica ha salvado la vida. Llegó en estado crítico», recalca Claraco, quien resalta que el Ecmo «no es una terapia curativa, pero da tiempo a que si logramos recuperar a un paciente que está muy grave, posteriormente tendrá una recuperación completa».

En estos momentos, la joven de 34 años se encuentra en planta, consciente y «tomando su primer contacto con a realidad», dice el sanitario. «Va a tener que hacer un proceso de rehabilitación muy largo y costoso, pero estamos convencidos de que lo va a conseguir. Han sido muchos días en la uci, tumbada en una cama e inconsciente. Tiene su angustia y sus miedos, pero lo conseguirá», reafirma Claraco.

Su juventud ha sido fundamental para que la técnica haya dado sus frutos. «La capacidad para recuperar el funcionamiento del pulmón en una persona de 80 años no es la misma que en una de 30. Eso es un hándicap a la hora de valorar si aplicar el Ecmo o no», apunta el sanitario. Pasado lo peor, este equipo de intensivistas está «feliz» con el resultado. «Cuando los pacientes salen adelante, tras un año tan duro, te ayuda a seguir mejorando. Estas alegrías son las que nos ayudan en el día a día a seguir», ensalza Claraco