Cruz Roja en Zaragoza atendió en 2020 a 255 refugiados y solicitantes de asilo, personas de diferentes nacionalidades, entre ellas, rusa, venezolana, colombiana, ecuatoriana o argelina, con el objetivo de prepararlos para su completa integración y garantizar su plena autonomía.

En una nota de prensa, la organización humanitaria ha recordado que entre sus líneas de trabajo se encuentran la protección, el apoyo, la integración y la defensa de las personas inmigrantes, refugiadas y desplazadas. A nivel nacional, en 2020 atendieron a más de 30.000 personas refugiadas. Coincidiendo con el Día del Refugiado, el programa de acogida y solicitantes de asilo de Cruz Roja en Zaragoza ha organizado una actividad para sensibilizar a la sociedad sobre la situación que viven estas personas que se ven obligadas a salir de sus países de origen.

Con motivo de la clausura de la exposición del 150 aniversario de la Asamblea Provincial de Cruz Roja en Zaragoza, en el Palacio de Sástago de la Diputación de Zaragoza, durante la mañana de este domingo han estado presentes refugiados que han sido atendidos por Cruz Roja con sus recursos en la capital aragonesa.

El programa consta de varias fases que cubren desde la primera acogida hasta la fase de preparación para la autonomía, con una duración de 18 a 24 meses.

Durante ese tiempo, se presta una atención integral e individualizada que incluye, entre otros servicios, primera acogida, acogida temporal, asistencia legal y psicológica, aprendizaje del idioma y traducción e interpretación.

En su trabajo diario, Cruz Roja aplica la perspectiva de género. Se tiene en cuenta que las mujeres se enfrentan a las mismas formas de persecución que los hombres por razón de sus opiniones, religión, grupo étnico o nacional o pertenencia a un grupo social determinado, pero también se ven sometidas a formas específicas de persecución: razones de género, como son, entre otras, el matrimonio forzado, la mutilación genital o los crímenes de honor.

Además, durante los desplazamientos, tanto internos como a otros países, las mujeres son especialmente susceptibles de sufrir violencia o ser víctimas de la trata de personas.

Con el fin de contribuir a la transformación de los roles de género y a la eliminación de prácticas discriminatorias que dificultan que las mujeres refugiadas alcancen una inclusión social plena y en condiciones de igualdad, Cruz Roja lleva a cabo talleres y actividades orientadas al trabajo.

En el año 2020 desde el Plan de Empleo de Cruz Roja se atendió a 5.650 personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional, de las que un 47 % fueron mujeres. A lo largo del año, el 28 % de las personas participantes se insertaron u obtuvieron un empleo, de las cuales el 40 % eran mujeres. Y todo ello a pesar de la crisis económica y sanitaria provocada por la COVID-19.

Además, Cruz Roja ofrece servicios de primera acogida a solicitantes de protección internacional en frontera, tanto en los aeropuertos de Adolfo Suárez Madrid Barajas como en El Prat de Barcelona, así como atención psicosocial en el puesto fronterizo de Beni Enzar.