Partidas por la mitad quedan las formaciones aragonesas a la hora de hablar de los indultos concedidos por el Gobierno central a los políticos catalanes. Se rompe otra vez el cuatripartito, esta vez por el lado del Partido Aragonés, pero su lugar lo ocupa Izquierda Unida, que se suma al bloque del PSOE, Unidas Podemos y Chunta Aragonesista. Enfrente, además del PAR, quedan el PP, Ciudadanos y Vox. La votación en las Cortes, por curiosidad, quedaría así de ajustada: 34-33. Ganarían los votos en contra de la decisión de Pedro Sánchez.

Nadie ocupa el centro, aunque en el aparato del Gobierno aragonés quizá la intervención más esperada del día era la de Javier Lambán, que hace ya más de un mes que se mostró contrario a los indultos y recordó que uno de los requisitos para ser perdonado “es mostrar arrepentimiento, algo que no exhiben los condenados por el procés independentista en Cataluña”, dijo el 17 de mayo el presidente autonómico, que recordó que estas personas “están en la cárcel por la comisión de delitos muy graves y, hasta donde yo sé, estos señores no solo no se han arrepentido sino que han dicho que en cuanto puedan lo volverán a repetir".

Pero el jefe del Ejecutivo no ha hecho uso ni siquiera de su cuenta de Twitter, que a veces resulta bien jugosa. Se lo recordó Beamonte precisamente por esa vía: "Es inconcebible que Lambán se convierta en cómplice con su silencio", ha escrito el presidente del PP. En su lugar ha hablado la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, para afirmar que "a veces hay que arriesgarse” en política cuando las cosas no funcionan.  "Una cosa es predicar y otra dar trigo, el movimiento se demuestra andando", ha expresado en referencia al PP antes de rematar que en política “hay que solucionar problemas y no crear conflictos”.

Por el PSOE de Aragón, Darío Villagrasa, su secretario de Organización, matiza que en su partido no comparten “el ambiente de crispación que se está generando y al que están contribuyendo de manera notable” algunos partidos. “Nuestra prioridad es servir a Aragón y a España, y hacerlo desde la unidad nacional basada en un proyecto de igualdad de oportunidades y solidaridad entre todos territorios del país”.

Villagrasa recuerda de entrada que es “una medida de competencia exclusiva de Gobierno de España” y que no debería ser “utilizada” para atacar la institucionalidad del Estado. “Me gustaría recordar que el ejecutivo gobernado por el Partido Popular de Mariano Rajoy contó con el apoyo de los socialistas en todas las medidas que consideró necesarias para solventar la crisis en 2017”, analiza Villagrasa.

“La línea política de confrontación ha demostrado que solo ha servido para enquistar el problema. Ahora, con esta ventana abierta de los indultos, que todavía son una prerrogativa constitucional, debería ser el tiempo de la política, de la capacidad y de la voluntad para abrir caminos de diálogo con los que poder alcanzar soluciones”, manifiesta Joaquín Palacín, presidente de CHA. “No lograrlo solo generaría más frustración y perpetuar una situación en la que solo importará, interesadamente, los problemas de Cataluña” y quedaría relegada la necesidad de poner en primera línea las demandas de la Agenda Aragonesa: “Mejora de la financiación para atender nuestros servicios públicos esenciales, completar todas las infraestructuras pendientes o desarrollar nuestro Estatuto de Autonomía, con más de veinte competencias todavía sin transferir a Aragón desde 2007”.

“No hay que olvidar que también es necesario normalizar toda esta situación”, incide Palacín, porque Cataluña “es el primer proveedor de Aragón y también el primer cliente, lo que es clave para el sector comercial, empresarial y, por tanto, esencial para la creación empleo en Aragón”.

Nacho Escartín, de Podemos, recalca que la tensión entre el Gobierno central y Cataluña “es política” y se ha demostrado que la judicialización “no ha servido para solucionarlo, sino que ha enquistado posiciones y nos ha alejado” de las soluciones. “El diálogo, la negociación y el debate es el camino. Es la hora de la política. Y hacia ello, los indultos son un primer paso para la reconciliación. Tras años de conflicto enquistado, se abre una nueva etapa en la que debemos recuperar la normalidad y fraternidad en las relaciones entre territorios”.

“Los indultos son una herramienta legal y legítima, sujetas a control jurisdiccional. En este sentido, la hipocresía del PP es paradigmática de una forma de hacer política irresponsable y destructiva. Los Gobiernos de Aznar fueron los que más indultos dieron: 6.000 en 8 años. Muchos de ellos a corruptos”, dice Escartín, que “frente a los discursos de odio de las derechas de Colón, frente a la impugnación a las herramientas democráticas cuando están en la oposición”, pide “diálogo, pactos y soluciones”.

Álvaro Sanz, coordinador de Izquierda Unida, cree que es momento “de coser heridas y devolver al terreno de la política un conflicto cuya resolución es sin duda una obligación para cualquier demócrata que anteponga la concordia al frentismo y la crispación”.

“Para el conjunto de España y en especial para Aragón, que tiene multitud de estrechos lazos de vecindad con Cataluña, este paso es importante y necesario. Deseamos que todos los actores políticos estén a la altura del reto y vean la oportunidad histórica que se abre para avanzar hacia la resolución de cuestiones tan importante como el debate territorial o la recomposición de relaciones políticas, sociales y económicas quebradas por el frentismo", concluye Sanz.

Los cuatro en contra

Al otro extremo, el presidente de Vox, Santiago Morón, cree que los indultos son “una medida irresponsable e innecesaria que adopta el Gobierno de Sánchez para mantenerse dos años más en la Moncloa”, que son “contrarios a los intereses de los españoles” y que suponen “un debilitamiento del Estado de Derecho”.

“Mantener la unidad de España es respeto al orden constitucional y garantiza la convivencia pacífica entre españoles. Además, un posible referéndum o la mesa de rendición frente al separatismo y la dependencia de los votos de los partidos separatistas durante el resto de la legislatura van a condicionar toda la política de estado de Sánchez, dejando a un lado cuestiones tan importantes para Aragón como la lucha contra la despoblación, la mejora de las infraestructuras o el acceso a unos servicios públicos de calidad”.

Luis María Beamonte, presidente del Partido Popular de Aragón, no ve los indultos como una medida de gracia, sino como “un acto cobarde contra la democracia que lo único que pretende es que Pedro Sánchez perdure en el poder un par de años más. Pero los españoles, el día que se pronuncien en las urnas, sin ninguna duda le dirán a Pedro Sánchez lo que piensan de estas medidas y de su comportamiento político a lo largo de todo este tiempo”.

El líder del PP, en referencia a Aragón, cree que “precisamente por esa cercanía que nos ofrece ser vecinos nos resulta fácil ponernos del lado de esa amplia mayoría de catalanes que no está de acuerdo con el independentismo y sufre la presión de los radicales y el olvido del Gobierno de España y del Partido Socialista, simplemente por ejercer su derecho a pensar diferente”.

No es muy diferente la opinión en Ciudadanos, donde también se señala directamente al presidente del Gobierno. “El Gobierno ha vuelto a abandonar a los constitucionalistas. Nos ha vuelto a humillar. Ha vuelto a confundir Cataluña con separatismo. Decimos alto y claro que estos indultos no se están haciendo en nombre de Cataluña, sino en contra de más de la mitad de los catalanes”, explica Daniel Pérez Calvo, portavoz de la formación en Aragón, seguro de que lo único que pretende Sánchez es “asegurar su sillón en Moncloa”.

Según Pérez Calvo, Junqueras y el resto de los independentistas “no solo no se han arrepentido, sino que siguen con la soflama chulesca de hacerlo otra vez. Volverán a romper a las familias, a dinamitar amistades, a hundir a la economía, y a enfrentar a la mitad de una Cataluña contra la otra. La concesión de estos indultos sí que afecta a todos los españoles y por tanto, a Aragón, porque allí viven 100.000 aragoneses que tendrán que seguir sufriendo las humillaciones a las que les somete este Gobierno”.

Desde el PAR lo consideran “un error”. Así lo explica Jesús Guerrero, portavoz del Partido Aragonés en las Cortes de Aragón. “Nos oponemos a los indultos a los condenados por el procès, que no han mostrado arrepentimiento. Los políticos independentistas no fueron condenados por ejercer su libertad de expresión sino por sedición. Habría que respetar la negativa de los de los jueces y fiscales a este privilegio, al no haber arrepentimiento y no garantizar que no lo vuelvan a hacer”, por lo que considera que hay que mantener el respeto “absoluto” a la Justicia.

Como aragoneses del PAR, añade Guerrero, “no queremos nuevos ciclos políticos que contravengan las reglas democráticas, ni aquellos que pudieran ahondar en desigualdades en perjuicio de Aragón. Creemos en la normalidad política, la democracia, la Constitución y el Estado de Derecho.