EL IMPACTO DE LA LEY DEL DIVORCIO, CUARENTA AÑOS DESPUÉS DE SU PROMULGACIÓN

El número de divorcios se ha triplicado en Aragón desde su legalización en 1981

De las 720 rupturas registradas en 1982 se ha pasado a los más de 2.000 casos actuales

Imagen de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, que alberga los juzgados de familia.

Imagen de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, que alberga los juzgados de familia. / EL PERIÓDICO

F. V.

La comunidad aragonesa ha llegado al 40 aniversario de la Ley del Divorcio, uno de los logros de la democracia, con una normalización social de las separaciones que no existía cuando se promulgó la normativa en tiempos de UCD, a raíz de una iniciativa del ministro Fernández Ordóñez.

En estas cuatro décadas la tasa de divorcios se ha más que triplicado en la comunidad aragonesa, pasando de los 720 matrimonios que se rompieron entonces a los 2.041 que lo hicieron en el 2019, último año del que existen cifras. De una tasa del 0,60‰ de 1982 se ha pasado al 1,95‰ del 2019. No se toma en consideración el año 1981 porque solo estuvo vigente seis meses.

Del 2020 se sabe que se presentaron 2.245 demandas de separación y divorcio, pero muchas de ellas se vieron frenadas por la crisis sanitaria del coronavirus, que redujo drásticamente el número de disoluciones, como sucede siempre que la economía sufre un retroceso. El saldo final, cuando se dé a conocer rondará una disminución en torno al 14%.

«La Ley del Divorcio fue un avance social indudable que se empezó a dejar sentir sobre todo a partir de 1982, cuando se triplicaron las cifras del año anterior», indica Eva Vera, consultora jurídica de la Asociación de Separados y Divorciados de Aragón que trabaja para LEXXI Abogados, en Zaragoza. «Se trata de un asunto que es muy sensible a las modificaciones legales y, de hecho, en el 2006, tras la supresión de la separación previa que se exigía, se asistió a otro incremento muy pronunciado», afirma la letrada.

Récord en el 2006

Ese mismo año se batió el récord de divorcios en Aragón desde la existencia de la normativa, con un total de 2.952. Desde entonces, la cifra de rupturas ha descendido pero se ha mantenido siempre por encima de las 2.100 al año, pese a la crisis económica que se produjo en el 2008.

«El divorcio afecta a todos los grupos de edad», señala Eva Vera, que precisa que donde más se da en los que los miembros de la pareja llevan más de 20 años casados, seguidos de los que se sitúan entre 6 y 10 años de vida en común.

La decisión de divorciarse suele ser irreversible. «En cuanto una persona entra en un despacho de abogados es que ha madurado mucho la idea y no hay marcha atrás», explica Vera. «Salen adelante entre el 90% y el 95% de los asuntos, pues son pocos los casos en los que hay reconciliación y el matrimonio o pareja se recompone», manifiesta la abogada.

Más embrollo

 La Ley del Divorcio, con sus modificaciones, ha tratado de mantenerse en consonancia con los tiempos. Pero los procedimientos, lejos de simplificarse, tienden a volverse más complejos, afirma la letrada.

«La custodia compartida, por ejemplo, está vigente desde el 2008 y ha reducido los asuntos más conflictivos» continúa. Pero, por otro lado, en los casos en los que hay hijos adolescentes los jueces de familia tienen que tener en cuenta la opinión variable de estos con el fin de darles un encaje adecuado.

«A veces los cambios legales embrollan más un estado de cosas ya de por sí complicado», declara la letrada zaragozana. «Es lo que se ve con las parejas de hecho que rompen sus lazos, que acaban en un peregrinaje por los juzgados en busca de soluciones que no son exclusivamente competencia del ámbito del derecho de familia», apunta.

Por no hablar de las situaciones relacionadas con la violencia sobre la mujer, un apartado al que se deriva un número creciente de expedientes. «Todo ello hace que el juzgador tenga que aplicar la lupa sobre cada caso concreto y aplicar una jurisprudencia cada vez más minuciosa», comenta Eva Vera.

De manera que la Ley del Divorcio, tras 40 años de existencia, ha demostrado su validez, pero parece siempre a punto de verse desbordada por una sociedad en permanente cambio.

«La incorporación de la mujer al trabajo disparó las demandas»

El incremento del número de divorcios ha corrido paralelo a los avances sociales, apunta Eva Vera, letrada de LEXXI Abogados. En particular, subraya, «las demandas se dispararon con la incorporación masiva de la mujer al trabajo, pues le dio una independencia económico que hizo que pudiera pensar en vivir por su cuenta en los casos en que había problemas de convivencia».

Otra transformación que ha influido, continúa, «es el cambio de mentalidad que se ha registrado en la sociedad española». «En los años 80, el divorcio era una cosa todavía rara, pese a estar aprobada, pero esa visión ha cambiado radicalmente con el paso del tiempo y ahora el qué dirán y la opinión social no pesan nada en la decisión de los cónyuges porque es una cosa normalizada», agrega la letrada.

Por otro lado, se ha registrado una drástica disminución de las peticiones de pensiones compensatorias, como resultado de la seguridad económica femenina. Y la custodia compartida, al mismo tiempo, ha reducido la tensión en los procesos de divorcio al no marginar a los hombres en la cuestión de los hijos menores. 

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