Un grupo de 33 militantes e inscritos de Podemos Aragón ha firmado lo que han llamado Manifiesto morado para expresar su apoyo a Erika Sanz «en su renuncia a todos sus cargos y a su escaño como diputada» en las Cortes de Aragón, así como su «frontal rechazo» a las palabras de la secretaria general, Maru Díaz. «La renuncia de la diputada Erika Sanz no es una decisión personal (como dijo Díaz), sino una decisión política, tal y como ella misma expuso», dicen en un comunicado, en el que afirman que «contrariamente a lo expresado por Maru Díaz», la decisión de Erika Sanz no solo se hace en representación de sí misma, sino que «representa el sentir de una parte muy importante del partido en Aragón».

Los firmantes aseguran que Erika Sanz se presentó «para liderar una alternativa a la de Maru Díaz en dos ocasiones», y que la candidatura de esta obtuvo el 56% de los apoyos, «la cifra más baja de todo el estado español, aun contando con todo el apoyo mediático e institucional». Aseguran así que casi la mitad del partido no apoyó a Maru Díaz «pese a ser la única candidata conocida y con el altavoz de la DGA».

Desde la dirección de Podemos no se han mostrado de acuerdo con estos números. "Maru Díaz fue elegida coordinadora autonómica con 1.267 votos (el 56,1%), seguida de Itxaso Cabrera con 771 votos (el 34,2%), y de Lorena López con 219 (el 9,7%)", han especificado. Además, se han mostrado disconformes en cuanto a que la actual consejera de Ciencia del Gobierno de Aragón fuese la que menos apoyos recabase. "En Castilla La Mancha, La Rioja y Valencia fueron elegidos con menos apoyo, por ejemplo", han asegurado antes de ofrecer sus cifras: "De siete territorios donde había varias candidaturas, en tres salieron elegidas con menos apoyo; en otras tres con mejor resultado. Y en 4 territorios solo se presentaba una candidatura".

En cualquier caso, según los integrantes que firman Manifiesto morado , la denuncia «se circunscribe a la dirección aragonesa, que es la que ha usurpado las siglas y el proyecto para conducirlo por un camino que nada tiene que ver con el programa electoral», concluye el manifiesto, en el que recalcan que esta misiva ha surgido del acuerdo de un grupo de militantes e inscritas «en el que Erika Sanz no ha participado ni ha tenido conocimiento de la misma, sino que surge de manera espontánea», ante la indignación que por el tratamiento recibido por la dirección actual de Podemos-Aragón.