La actividad de compartir apuntes universitarios entre los estudiantes no resulta nada nuevo, es más, se trata de un intercambio sin ánimo de lucro que se repite desde hace décadas. Lo habitual era realizarlo en el boca a boca o en el mano a mano, pero con la digitalización y la importancia que ha adquirido internet han nacido plataformas que facilitan este intercambio de conocimiento, o más bien de documentos. Es ahí donde nace la polémica, y donde el último protagonista en intervenir ha sido la Universidad de Zaragoza que, a través de un comunicado, ha exigido a la plataforma Wuolah que elimine todo el material docente elaborado por el personal del campus zaragozano, así como el emblema de la institución referido en la página web.

Se trata de un material docente que, tal y como explicó el rector, José Antonio Mayoral, en un mensaje enviado al colectivo estudiantil, se debe utilizar exclusivamente en el anillo docente digital de la universidad y a través del servicio de reprografía. «La puesta a disposición de este material lo es a los exclusivos fines en el desarrollo de las actividades docente», dicta el comunicado, en el que también se hace alusión a la propiedad intelectual de esos contenidos. «El profesorado es el titular de los derechos de autor sobre cualquiera de los materiales docentes que mencionamos», recalca Mayoral. Asimismo, el mensaje también es claro para los propios estudiantes de la universidad zaragozana, a los que recuerda la ley de Propiedad Intelectual que protege esos derechos de cátedra.

Bajo amenaza legal

No solo se ha exigido a Wuolah que elimine el material que pertenezca al personal docente e investigador de la institución zaragozana, sino que además, avisan de que en caso de que no se produzca, emprenderán acciones legales. «En caso de no hacerlo dentro del indicado plazo, se procederá al ejercicio de las acciones judiciales que asistan a esta universidad, incluyendo, en su caso, la reclamación de indemnización por daños y perjuicios a que hubiere lugar, ello sin perjuicio de la exigencia de posible responsabilidad penal».

La respuesta de la plataforma no tardó en llegar, ya que compartió el comunicado de la Universidad de Zaragoza en su cuenta de Twitter. Desde Wuolah aseguraron que siempre han tenido por norma respetar los derechos de autor y que, para ellos, «los apuntes son documentos originales creados por el alumno». Si detectan que los documentos que suben los alumno son en realidad material elaborado por profesores, afirmaron en un reciente hilo publicado en la red social, borran los documentos en 24-48 horas tras su reporte.

Wuolah es la plataforma líder de descarga de apuntes entre los países de habla hispana. Cada día, miles de estudiantes intercambian documentos y dudas entre compañeros en esta plataforma. Los interesados pueden descargar la información con publicidad, o hacerlo sin publicidad, pero abonando una cantidad de dinero determinada. La plataforma recomienda hacer las descargas pagando porque «es una buena forma de suprimir el contenido de los documentos que puede distraer» al alumno, como son los logos de las empresas que se anuncian en los márgenes de los apuntes.

Malestar docente

El anuncio de la Universidad de Zaragoza ya ha contado con el apoyo de algún que otro docente de la institución, que ha reclamado que se eliminen a la mayor brevedad posible todo el contenido en el que aparezca su nombre. «Yo sigo esperando que borréis todos los materiales en los que aparece mi nombre en cada una de las páginas tal y como os solicité. No es normal que terceras personas se lucren del trabajo que hacemos los demás. Me alegro que mi centro de trabajo proteja nuestro esfuerzo», comentó una profesora de la Universidad de Zaragoza en su Twitter.

Esta misma persona denunció que sus materiales aparecían «decenas de veces tal y como se suben al aula virtual», al mismo tiempo que confió en que los alumnos hayan recibido el mensaje y «recapaciten sobre sus acciones y los borren cuanto antes». Sea como fuere, la polémica está servida. Compartir apuntes universitarios casi es tan antiguo como la propia universidad, y desde Wuolah aseguran estar trabajando para resolver la situación que, inequívocamente, es una piedra de grandes dimensiones en su camino.