La historia se repite. Los centros de salud vuelven a sufrir los efectos del incremento de los contagios de coronavirus y algunos profesionales y sindicatos vuelven a hablar de «saturación» en los ambulatorios. El cóctel del aumento de casos con un mayor número de contactos estrechos, junto al proceso de vacunación en marcha y unas plantillas mermadas por las vacaciones de los profesionales deja una «elevada carga de trabajo» entre los profesionales sanitarios que siguen enfrentándose a la pandemia. Desde el sindicato de médicos Fasamet ya recuerdan que a principios de junio alertaron de que la desescalada iba demasiado rápido. «Por desgracia, no nos equivocamos», lamenta Leandro Catalán, su presidente.

En Csif han detectado la «sobrecarga» de nuevo en las consultas. En especial, algunos centros de salud de Zaragoza capital están afrontando un «notable incremento» en el número de pruebas diagnósticas, como PCR y de antígenos, que realizan cada día. «Al tratarse de gente joven, comunican más contactos estrechos, lo que vuelve a suponer que las plantillas de Atención Primaria ven elevado su trabajo ya que deben efectuar el rastreo de todos ellos», explicaron estas fuentes.

A ello se suma, recordaron, que los militares que durante todo el pasado año prestaron su ayuda precisamente para estas labores de rastreo, abandonaron dicha función en Aragón el pasado 28 de junio. Precisamente, la ministra de Defensa, Margarita Robles, indicó ayer que las comunidades pueden volver a solicitar sus servicios, o ampliarlos, si así lo necesitan. Baleares ya lo ha hecho ante el aumento de contagios.

Pilar Lafuente, médico de Atención Primaria del centro de salud de Delicias Norte, confirma el aumento de la carga de trabajo, y recuerda que el periodo vacacional supone que menos profesionales «asumen la carga de más compañeros, lo que coincide además con el regreso a las citas presenciales», que se retomaron principalmente a mediados de junio. «Muchos compañeros no son sustituidos en vacaciones, aumentan los casos, vienen más vacunas y hay que hacer más PCR. Las enfermeras están sufriendo mucho esta situación», aseguró.

Una desescalada "precipitada"

Leandro Catalán, responsable del sindicato de médicos Fasamet, incidió en la situación de «saturación, cansancio y preocupación» que afecta a los trabajadores sanitarios. «Llevamos año y medio soportando brote detrás de brote», lamentó, y criticó que las medidas de la desescalada fueron, de nuevo, «precipitadas».

«Esto no hubiera pasado si en lugar de hacer la desescalada con un 40% de la población vacunada, se hubiera hecho con el 70% inmunizada», lamentó. Y lamentó que los mayores de 18 años, los jóvenes, no hayan entrado antes en el plan de vacunación. «Son el grupo más expuesto», aseguró.