Teruel un año más ha demostrado que puede seguir siendo ejemplo de comportamiento adaptado a las circunstancias de una pandemia como la del covid incluso en las fechas de sus fiestas de la Vaquilla. Ya lo demostró en 2020 y en esta edición, los días en los que habitualmente vibra por sus fiestas de la Vaquilla del Ángel las ha iniciado con el expediente de incidentes inmaculado. Nada que ver con lo visto en otras capitales de provincia, como Pamplona recientemente por sus Sanfermines. Una prueba de fuego que pasa con nota porque, según su alcaldesa, Emma Buj, «nuestra responsabilidad está por encima de la tristeza estos días».

Así lo afirmaba, en declaraciones a EL PERIÓDICO, después de un fin de semana en la que, tanto en vigilancia (con 200 agentes de la Policía Nacional y Local, y de la Guardia Civil) como en compromiso de sus vecinos han dado «una lección de responsabilidad» en un fin de semana que «ha estado más tranquilo que cualquier otro del año».

Aunque esa tristeza lógica también esté presente: «Son momentos de sentimientos encontrados por la nostalgia de las fiestas que no pueden ser. Estas son parte ineludible de todas las culturas, ese sentimiento de pertenencia a una comunidad, pero hay que ser responsables ahora y todo el mundo lo entiende».

«Pero son dos años sin fiestas y eso, como vaquillera, para mí también es muy duro», admitía Buj, quien ya se mostró muy emocionada durante el acto de colocación del pañuelo al Torico el pasado sábado. «Esperamos poder hacerlas en 2022», manifestaba confiada la alcaldesa ayer.

Que ha habido menos gente este fin de semana por las calles de Teruel es algo evidente para todos. Los rincones que siempre lucen abarrotados esta vez no lo estaban, y el trasiego por enclaves como la plaza del Torico era menos con las restricciones del coronavirus. Pero la razón que todos entienden, también Buj, no es baladí: es verano y los turolenses tenían un puente festivo hoy que algunos, incluso bastantes tiendas, ampliaban hasta mañana, con lo que han aprovechado estos días para una escapada a la playa o a otro destino turístico. La ciudad este sábado y domingo estaba «especialmente desierta» por esa circunstancia en este 2021.

Sin embargo, visitantes también ha recibido Teruel este fin de semana, explicaba Buj, «pero es otro tipo de turismo», para acercarse a la amplia oferta de la cultura mudéjar, conocer la historia de los Amantes o pasar el día en Dinópolis, sobre todo. Pero no es la afición vaquillera que traspasa fronteras y que atrae cada año a miles de visitantes de otras comunidades autónomas.

La colaboración, el «secreto»

Sin embargo, lo que más se destaca tras el fin de semana es la ausencia de incidentes por saltarse esas restricciones sanitarias. De hecho, la alcaldesa aseguraba a este diario que «ha habido menos incidentes en general que en otros fines de semana que no son fiestas». Y, viendo imágenes como las que dejaban los no Sanfermines en Pamplona días atrás, Buj muestra su orgullo por la respuesta de sus vecinos. «El secreto es la colaboración de todos. En el ayuntamiento hemos paralizado todos los actos que pudieran provocar aglomeraciones, la federación de Interpeñas, a la que pertenecen miles de turolenses, han trasladado esa necesidad de actuar con responsabilidad, la hostelería ha cumplido escrupulosamente con los horarios... Esto ha sido una labor de todos», remarcaba.

Desde su cargo de alcaldesa, admitía haber vivido esta edición «con más tranquilidad que el año pasado». «En 2020 había mucha incertidumbre. No hacía tanto que acabábamos de salir de un confinamiento domiciliario muy largo, y fue bien todo. Este año contábamos con la experiencia del año anterior», resumía Emma Buj, que ya piensa en la de 2022.