Cuba ha saltado al primer plano de la actualidad internacional por las histórica e inédita ola de protestas callejeras que vive. Este hecho no ha pasado desadvertido este lunes en la jornada sobre oportunidades de negocio en este país que, casualmente, se ha celebrado en Zaragoza, organizada por la patronal CEOE Aragón con el apoyo del Ejecutivo autonómico. En el encuentro ha participado el embajador cubano en España, Gustavo Machín, que no ha eludido las preguntas de este diario sobre el estallido social que se está produciendo en la isla caribeña con proclamas que piden el fin de la dictadura. 

Eso sí, el emisario del régimen castrista ha pasado por alto las demandas de libertad que se escuchan en las movilizaciones y ha tratado de dar su particular versión de lo ocurrido, poniendo el acento en contextualizar las razones que han llevado a la gente a salir a la calle y con alusiones a oscuras motivaciones que, a su juicio, hay detrás. «En los últimos cuatro años la Administración de Donald Trump ha aplicado un recrudecimiento del bloqueo contra mi país, con 243 medidas para cortar nuestras fuentes de ingresos», ha asegurado, algo que de momento «no ha cambiado ni un ápice» con su sucesor, Joe Biden, ha puntualizado.

La crisis sanitaria

Machín ha achacado a esa política norteamericana la «situación tensa» que vive Cuba desde el punto de vista económico, que «se ha complicado más con la pandemia», ha agregado. «Tenemos un vecino poderoso que financia actividades contra nosotros. Lo que pueda ser una necesidad legítima, que la apoyo totalmente, puede ser desvirtuada», ha considerado.

Aunque las protestas se están generalizando, el embajador ha confiado en que «el pueblo entiende que hay voluntad en el Gobierno cubano de avanzar en todos los frentes y solucionar los problemas» a pesar de las «condiciones tan difíciles en las que tenemos que trabajar» por crisis sanitaria.  

Por todo ello, Machín se ha mostrado «optimista» sobre la resolución del estallido social e insistió en ver una mano negra detrás de las protestas: «Determinadas personas y grupos financiados o instigados desde EEUU están tratando de crear una ruptura social dentro mi país, pero estamos convencidos de que nos moveremos adelantes y Cuba seguirá siendo un país estable y maravilloso», ha concluido.

La visión del Gobierno español

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También ha participado en la jornada el embajador español en Cuba, Ángel Martín, que evitó cualquier conflicto a cuentas de las protestas, las cuales consideró «normales» y similares a las registradas en otros países de América Latina como Colombia. «Como Gobierno español solo esperamos que sean pacíficas y que los cubanos se puedan entender entre ellos», apuntó.

Martín reconoció que la difícil situación de la isla, donde "falta abastecimiento, hay problemas para encontrar comida y no llegan medicamentos", algo que atribuyó a la crisis económica que ha supuesto la pandemia para este país, a lo "hay que sumar los 62 años de bloqueo". "El Gobierno cubano ha preferido además cuidar la salud a la economía", comentó, con la aplicación de restricciones "muy duras" que hacen que el sector turístico, su principal motor, esté cerrado.