La sexta ola de coronavirus en Aragón dejó este miércoles su pico máximo de contagios en un solo día, con cerca de 1.000 (en concreto fueron 940), lo que da al traste con la esperanzas de que esta semana la situación epidemiológica podría empezar a revertir después de dos días donde la curva se había atenuado.

La cifra de 940 contagios es la más alta desde el pasado mes de noviembre, momento en que la comunidad atravesaba la tercera ola fruto del puente del Pilar. Es decir, ni en Navidad ni en Semana Santa se habían registrado datos tan elevados.

De hecho, los casi mil positivos son un número de afectados «preocupante», según reconoció la consejera de Presidencia de la DGA, Mayte Pérez, quien apuntó que si fuera necesario tomar nuevas medidas «será Sanidad quien lo haga público». Por el momento, en el Ejecutivo no se valora endurecer la situación que ya marca la fase 2 modulada.

«Pensábamos que esta semana la curva de contagios se iba a ir estabilizando y confiábamos en que el repunte pudiera acabar», indicó Pérez, quién señaló que, por el momento, la situación en los hospitales no es comprometida «como en olas anteriores». En este sentido, la consejera explicó que a mediados de enero, en la ola que siguió a la Navidad, había 554 pacientes covid ingresados mientras que ahora son 108.

14 ingresados más en los hospitales

En cualquier caso y aunque el impacto hospitalario no es equiparable, en las últimas 24 horas se ha producido una subida de los enfermos, ya que los 108 actuales son 14 más que el día anterior, que eran 94. En las unidades de cuidados intensivos (ucis) tan solo se ha registrado un paciente más (son 17), mientras que es en planta donde se dan los problemas, con 91 personas. Desde el pasado fin de semana, la situación en los hospitales viene siendo muy irregular con subidas y bajadas de las cifras de manera constante.

La detección de un número tan alto de casos también viene motivada por la realización de un total de 5.635 pruebas diagnósticas, sin duda el número más alto de toda la sexta ola, que empezó a generarse a partir del 28 de junio. La tasa de positividad se ha situado en un 16,68% en las últimas 24 horas, mientras que los asintomáticos fueron el 49% del total.

La incidencia acumulada en Aragón a siete días es de 359 casos por 100.000 habitantes, mientras que a 14 es de 514 casos por 100.000. El parámetro sigue subiendo a pesar de que en los dos últimos días parecía atenuarse. Sin embargo, donde sí ha habido un cambio en la tasa acumulada es en las franjas de edad.

El grupo de 20 a 24 años ha sido quien ha marcado los récords de casos en estas semanas, pero los 1.816 casos por 100.000 habitantes que tiene ahora confirman un segundo día de bajada de su incidencia. Es decir, todo apunta a que esta cohorte ya alcanzó el pico, al tiempo que su agenda para vacunar ya está abierta.

En el caso de la franja de 15 a 19 años, la segunda más afectada por los contagios, también ha habido un frenazo porque su incidencia no ha crecido y es similar a la del día anterior, con 1.360 casos por 100.000 habitantes a siete días. Donde sí sigue creciendo la curva es en el grupo de 25 a 29 años, con 1.008 casos por 100.000. Es decir, la explosión que hubo entre los jóvenes parece que se ha extendido ya a edades algo más elevadas, donde ha llegado la transmisión fruto de los contactos estrechos. De los 940 contagios de las últimas horas, el 40% se han dado entre personas de 15 a 24 años (350 casos), mientras que casi el 20% (173) han sido entre 25 y 34 años. Estas últimas, edades más elevadas que la semana pasada, por ejemplo.

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Mientras tanto, el proceso de vacunación avanza a buen ritmo (casi el 50% de la población aragonesa tiene la pauta completa) y este jueves está prevista la apertura de las agendas para los nacidos entre 1996 a 1999. Es decir, que todos los mayores de 18 años en Aragón ya tendrán la opción de inmunizarse en la comunidad, de manera que el siguiente grupo serán los menores (de 12 a 17 años), que serán inoculados ya este mes de julio, tal y como ya contó este diario.