Dos teléfonos, una línea y una conversación que transforma vidas. Dicen que las pequeñas cosas son las significantes, un hecho que el Teléfono del Mayor de Aragón 900 25 26 26 ha demostrado y que las personas mayores han aprendido a lo largo de su vida y para quienes una llamada puede ser determinante en su día a día. «Detectar la soledad no deseada y situaciones de vulnerabilidad ante las que se puede trabajar a tiempo» son los objetivos principales de la iniciativa del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), destacados por la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto. Su razón de ser se resume en una palabra: acompañar.

Este servicio gratuito gestionado por la Fundación DFA celebró en junio su segundo aniversario, un corto periodo de tiempo en el que se han establecido 10.071 comunicaciones, junto a 4.284 llamadas entrantes, 3.962 salientes, 1.608 mensajes atendidos u 85 correos electrónicos.

La responsable del teléfono y trabajadora social, Ángeles Cepero, diferencia dos tipologías de usuarios: aquellos que llaman para preguntar información acerca de otros recursos o prestaciones, siendo el 26,4% de los casos, mientras un 43,1% marca el número para entablar una conversación. Unas cifras que arrojan otra más relevante: un 49,6% de los usuarios se encuentra en situación de soledad. «A través de la conversación van abriéndose y expresan esa desazón, tristeza, a veces depresión. La operadora habla con la persona intentado ofrecer ese desahogo personal o compañía en función de lo que la persona necesite».

En ambos casos, si los operadores que tienen al otro lado de la línea detectan una situación de vulnerabilidad, derivan el caso a Cepero, quien vuelve a hablar con el usuario para profundizar más acerca de su contexto vital y social. Es en este momento cuando la trabajadora social decide si se requiere la intervención de los servicios sociales, comarcales o locales, «para que se pongan en contacto con esta persona, hagan la valoración y puedan así determinar qué servicio necesita».

El Centro de Atención Telefónica de la Fundación DFA ha recibido 10.071 en dos años de servicio. GOBIERNO DE ARAGÓN

Atención inmediata

Hasta ahora, se han gestionado 132 derivaciones a los servicios sociales, 86 de las cuales corresponden a 2020, marcado por el estallido de la actual pandemia, cumpliendo un papel esencial. «Solo en marzo de 2020, se gestionaron 1.473 comunicaciones de las 7.000 que hubo en todo ese año», indica la responsable del Teléfono del Mayor, que aumentó el número de operadores y la duración de atención a las 24 horas.

En definitiva, «el servicio intenta ofrecer una atención inmediata a las personas mayores, que alguien les descuelgue el teléfono y les diga qué le ocurre». La línea atiende llamadas desde las 15.00 hasta las 7.00 horas, y 24 horas los sábados, domingos y festivos. Además, todas las llamadas realizadas fuera del horario pasan a un buzón de voz, devolviéndolas una vez inicia este recurso.

«Era un servicio muy necesario y creo que la experiencia lo está demostrando. El teléfono es un referente de las personas mayores», sostiene su responsable. Esta iniciativa continúa proyectándose hacia el futuro con la meta de llegar a cualquier rincón de la comunidad aragonesa. «Aunque esté abierto a todo Aragón, nos llaman la gran mayoría de Zaragoza ciudad (el 90,9%) y lo ideal sería también que nos llamen de los sitios más pequeñitos para que todas las personas mayores que puedan necesitar un servicio, compañía o información pudieran encontrar nuestro asesoramiento y el de los servicios sociales».

Reto poblacional

Un objetivo destacable teniendo en cuenta el incremento de las tasas de población mayor de la comunidad, donde el 21,8% tiene más de 65 años, y la situación de soledad que arrastra el 24% de los aragoneses, aumenta conforme avanza la edad: las personas que viven solas superados los 85 años es del 30,5%, frente al 17% entre los 65 y 69. El 48,8% de las llamadas son realizadas por personas con una edad comprendida entre los 65 y 79 años. El 35,3% tiene 80 o más años.

«Durante el confinamiento, nos llamaban muchos familiares que viven fuera de Aragón, incluso del extranjero, que tenían a sus padres o tíos en localidades muy pequeñas de Aragón. En esos casos, contactamos con servicios sociales y ellos actuaron inmediatamente, implicándose al máximo», expone Cepero.

Un compromiso que da frutos. «Nuestros operadores tienen como clave la empatía para poder acompañar a las personas y gracias a ella, les sirve de estimulo para poder continuar el día a día. Es una gran satisfacción cuando estas personas mayores dicen me habéis alegrado el día, me habéis dado vida con estas palabras, se me hace más llevadero la tarde, el día, la noche», expresa la trabajadora social, que añade el respeto como llave para acompañar a la población mayor.

«Las personas mayores han luchado mucho en la vida y se merecen seguir participando en la sociedad, ser respetadas y tenidas en cuenta porque tienen mucho que aportar y no siempre se contempla así. Aquí pensamos en ellas con la conciencia de que siguen siendo personas muy importantes, a las que hay que consultar, escuchar y huir de paternalismos», declara Cepero, añadiendo que «es un orgullo para todo el equipo gestionar este teléfono y colaborar en que estas personas estén mejor atendidas». Ángeles lo tiene claro: «Me gustaría ser esa respuesta de esperanza». Una esperanza surgida de dos teléfonos, una línea y una conversación que transforma vidas

Teléfono del mayor

900 25 26 26

De 15.00 hasta las 7.00 horas; y las 24 horas los sábados, domingos y festivos

La sociedad abraza al mayor

 En su compromiso con la población mayor, el IASS junto a la Fundación DFA ha iniciado un trabajo de investigación en Aragón para detectar qué redes de apoyo social tienen los mayores. «Queremos saber qué necesidades tienen las personas mayores en Aragón para actuar donde sea necesario e ir poniendo coto a la soledad no deseada», afirma la consejera.

Para ello, se van a realizar 1.140 encuestas a mayores de 65 años en las tres provincias aragonesas, donde se abordará desde el grado de dependencia de la persona su conocimiento de los recursos que hay a su disposición o su percepción de soledad, entre otras cuestiones. A esta actuación se sumarán entrevistas en profundidad con personas mayores, con expertos en redes de apoyo social y el establecimiento de grupos de discusión. «Es fundamental reforzar las redes de apoyo social e impulsar la intervención comunitaria para ayudar a las personas dentro su contexto vital», incide Broto.