El Gobierno de Aragón ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de Aragón poder restringir la movilidad nocturna en municipios de más de 10.000 habitantes con una incidencia acumulada a 7 días superior a 500 casos (la media aragonesa es de 448) y trasmisión comunitaria, que en estos momentos afecta a Jaca, con 1.371 casos por cada cien mil habitantes, Huesca (628), Monzón (624) y Barbastro (524). El TSJA tiene 72 horas para dar luz verde a la solicitud y, según la respuesta, se pondrá en marcha el toque de queda de 01.00 a 06.00 horas en estas cuatro localidades.

Esta es la limitación más llamativa de las anunciadas por la consejera de Sanidad Sira Repollés, quien, una vez más hizo balance de la situación epidemiológica junto a Francisco Javier Falo y Javier Marzo, director general de Salud Pública y responsable de Atención Primaria, respectivamente. Pero hay más, las que afectan al ocio nocturno y la hostelería, los aforos de bodas y celebraciones y las colonias y campamentos. Respecto a los primeros, se reunifica su horario y podrán permanecer abiertos hasta las 00.30 horas aunque la admisión de clientes terminará media hora antes (se mantiene la del ocio y se retrasa la de la hostelería, ya que hasta ahora tenían que cerrar a las 23.00) ya desde esta medianoche, ya que ya ha sido publicado en el Boletín Oficial de Aragón.

Aragón se mantiene en nivel 2 modulado lo que permite varias flexibilizaciones. Los principales cambios afectan a los aforos. En exteriores y terrazas, se mantiene el 100% y grupos máximos de 10 personas; mientras que en el interior, la capacidad será del 50% y la reunión, de 6 personas. Sí que hay modulaciones en cuanto a las bodas y celebraciones, que serán de un máximo de 90 personas, ampliable a 150 acreditando el estado inmunológico de los asistentes o una prueba diagnóstica, además de la obligación de tener un listado de asistentes durante , un mes por si surgiera algún brote. Los eventos multitudinarios podrán reunir a 250 personas en el interior y 500 en el exterior, siempre respetando la distancia de seguridad.

La cuarta medida afecta a las colonias con pernocta en edificios, el grupo máximo será de 55 participantes (prácticamente ninguna de las notificadas en la comunidad supera este número), excluyendo a los monitores; y se suspenden las acampadas en tiendas de campaña. Esta última medida afectará a seis campamentos que iban a comenzar el próximo 29 de julio; y no a los que ya están en marcha. Además, será obligatoria la comprobación previa de los asistentes con la pauta completa de vacunación 14 días antes, infección pasada entre 11 y 180 días antes o una prueba diagnóstica negativa.

No cambian los aforos máximos del 75% en comercios, piscinas, gimnasios y espacios de culto.

"Segunda generación de contagios"

Todas estas medidas de actuación sobre las actividades que favorecen contagios en la población más joven y en la más vulnerable; en territorios con alto nivel y con horarios, además de acelerar y ampliar la estrategia de vacunación pretenden lograr que remita esta sexta ola. Este miércoles se han notificado 951 nuevos contagios y una positividad del 17% y se observa un “acceso muy rápido de esta curva”, reconoce Repollés, que sigue siendo “explosiva” (una palabra que todos han repetido en diversos momentos), especialmente en algunas franjas de edad, en las que aún no están vacunados o solo tienen una dosis. Este aumento de contagios se debe a la liberación de las restricciones, el incremento de la movilidad de las personas jóvenes y otras celebraciones y viajes sobre todo de los adolescentes. Pero esta circunstancia que pudo ser el origen de la ola ahora se está “modificando” y estamos en una “segunda generación de contagios” que afecta a otras franjas de edad.

De hecho, el 73,1% de los afectados tiene menos de 44 años, franjas de edad que o no están vacunados o solo con una dosis . Si hablamos de incidencia acumulada en Aragón y recordando que la media de Aragón es de 448, la de los jóvenes de 20 a 29 años es de 1.206; y la de 10 a 29, de 853 y de 30 a 39, 534. Y ahí se nota la un descenso (en las dos primeras), aunque su incidencia sigue siendo “muy superior” a la media. Pero en edades más altas, los de 60 y 69 tienen una incidencia de 273 y en el resto es menor todavía y aunque más baja que la media “sí que está produciendo“ un incremento no tan “explosivo” ni “intenso” como en momentos anteriores pero está crecimiento “lento y con poca pendiente”. Esto significa que se trata de una “segunda generación de contagios”, personas que se han infectado por contacto de los que dieron positivos de menos edad. Estos nos hace en estar “sobreaviso” porque es “población más vulnerable”.

El número de personas que contagia y da una idea de multiplicación que se da en trasmisión comunitaria está en descenso pero por encima de 1 (menos de esa cifra es que está controlado), siendo de actualmente de 1,07; y la tendencia es a “seguir bajando”.

Este aumento de casos no se traslada de forma correlativa al número de hospitalizaciones ni en ucis pero sí en la presión de Atención Primaria. Su responsable, Javier Marzo, ha asegurado que estamos inmersos en una ola “intensísima” que a todos nos “ha sorprendido” porque se ha trasladado al sistema sanitario. Atención primaria, que viene trabajando de forma "denodada" desde hace 18 meses, se ha visto inmersa en unos casos sospechosos diarios de urgencias hospitalarios curvas se han disparado hasta una media de 2.300 o 2.500 casos sospechosos al día , lo que significa que viene rastreando esos casos desde hace unos 20 días (por lo que están llevando el seguimiento de 15.000 en total) y esa presión poco a poco se traslada a las hospitalizaciones que ha subido de forma notable, aunque no tiene nada que ver con otras olas, y luego a las uci (cuadruplicado en tres semanas los pacientes hospitalizados y duplicado en uci) y luego mortalidad.

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De hecho, 5 de julio había 61 personas hospitalizadas y 14 en uci; ayer, 229 y 26, nada que ver con la tercera ola ya que en octubre, mantenía a 782 personas n planta y 98 en uci.

Tanto Marzo como Repollés insistieron en el trabajo "excelente" que están realizando los sanitarios en cuanto a vacunación, rastreos, seguimientos, etc., labores que coexisten con las que nada tiene que ver con el covid.