Aragón comienza a dejar atrás los efectos de la pandemia y crece de forma más rápida que la media española por la mayor solidez estructural de su economía. Esta es una de las principales conclusiones de Ibercaja, que este martes ha dado a conocer sus previsiones de crecimiento y empleo en la comunidad para este año y 2022. «Aragón es un alumno aventajado dentro de la economía nacional y eso se ve en todas y cada una de los indicadores. Y, además, tiene visos de continuar», aseguró el director financiero del banco aragonés, Antonio Martínez, durante la presentación del número 73 de la Revista de Economía Aragonesa, en la que estuvo acompañado por el responsable de Análisis Económico y Financiero de la entidad, Santiago Martínez. 

Las previsiones del banco señalan que Aragón cerrará el año con un repunte del PIB del 7,4%, muy por encima de las cifras que se esperan en el conjunto de España (6,5%). Eso sí, la recuperación será más intensa en la comunidad pero con tendencia a la estabilización, puesto que en el 2022 el crecimiento se situará en el 6,6% frente al 6,9% nacional. En definitiva, según apuntó Santiago Martínez, la economía aragonesa volverá a los niveles previos a la pandemia en el último trimestre del 2021. Sin embargo, el empleo tardará un poco más en hacerlo, concretamente a lo largo del primer semestre del 2022. Las estimaciones de la entidad señalan que la tasa de paro se situará en el 13,4% en Aragón y en el 17,1% en España este año. Para el 2022, el desempleo se reducirá hasta el 11,2% en la comunidad y el 15,1% en el conjunto del país.

Los directivos de Ibercaja recalcaron que Aragón, aunque sufrió un mayor deterioro de la economía en el primer trimestre del año que el conjunto de España, ha demostrado una «mayor solidez estructural». En este sentido, el buen comportamiento de las exportaciones, la actividad de los sectores agrario y ganadero y la evolución del mercado inmobiliario fueron las «palancas» que dinamizado la economía aragonesa.

A la expectativa

Pese a ello, la quinta ola de coronavirus en España (sexta en Aragón), la evolución de la variante delta, la crisis de los semiconductores y el aumento de la inflación serán factores que pueden jugar en contra de una recuperación más ágil, si bien existen otros elementos como la gestión «rápida y eficiente» de los fondos europeos, el control de la pandemia, la consolidación del empleo, el avance de la vacunación y unos tipos de interés que seguirán bajos pueden contribuir a dejar atrás la crisis del covid. 

Sea como fuere, «Ibercaja reafirma sus expectativas» porque «las cosas van más o menos como se preveían», indicó el director financiero de Ibercaja, que subrayó, no obstante, que la recuperación será «muy volátil ya que hay mucha dispersión entre sectores», por lo que existe cierta «incertidumbre» todavía. Ahora «la incógnita es saber si la mejora de la situación producida por la pandemia es definitiva o, por el contrario, asistiremos a una recaída a finales de año o a principios de 2022», apostilló Martínez.

Ibercaja apunta que el despegue de la economía española se ha producido desde niveles muy bajos, con procesos lentos en el sector servicios y afecciones al turismo por la quinta ola del virus o al sector del automóvil por la falta de componentes. Sin embargo, en mayo ya se habían recuperado unos 700.000 empleos de los perdidos durante el confinamiento de primavera de 2020. No obstante, faltarían 400.000 por restaurar, a los que habría que añadir algo más de 500.000 empleados que permanecían en erte. En Aragón, el comportamiento del mercado de trabajo ha sido positivo, aunque hay aún casi 70.000 personas sin empleo.