Aramón no comprará Candanchú. Así lo confirmó este martes el presidente de Aragón, Javier Lambán, que descartó que la empresa participada al 50% por el Gobierno aragonés e Ibercaja compre la estación de esquí "por motivos financieros". Una decisión que adoptó el pasado jueves el consejo de administración de Aramón, que se reunió para evaluar esta propuesta, entre otros asuntos, después de meses de negociaciones entre la propietaria, Ibernieve (representada por Alfonso Soláns), y el propio Lambán, según confirmaron fuentes de la propiedad ayer a EL PERIÓDICO.

El presidente autonómico aseguró que se están buscando "otras soluciones" con la empresa gestora y otros actores, como la Diputación Provincial de Huesca, que ayer puso sobre la mesa la opción de firmar un acuerdo de gestión que permita salvar la temporada. Las citadas fuentes de Ibernieve verían con buenos ojos esta alternativa, hasta dar con la solución definitiva.

El plan de futuro de Candanchú, sin embargo, llegará más a largo plazo. Así lo admitió el presidente aragonés, Javier Lambán, que dejó caer también la posibilidad de recurrir a los fondos europeos para ello. Pero lo que urge en el valle es abrir la próxima temporada. La reunión celebrada ayer en la DPH entre el presidente, Miguel Gracia, y los alcaldes y concejales de los seis pueblos del Aragón (Jaca, Canfranc, Villanúa, Aísa, Castiello de Jaca y Borao) volvió a lanzar el mensaje de la "inmediatez" necesaria para salvar la temporada y, con ella, la economía del valle.

"El Gobierno de Aragón no es en absoluto responsable"

Pese a que las negociaciones continúan, Lambán recalcó que "el Gobierno de Aragón no es en absoluto responsable" de la situación de la empresa que gestiona la estación de esquí. Ante las críticas desde el territorio, defendió que la comunidad autónoma es "sin ningún tipo de dudas la que más ha invertido en la nieve" de todo el país. Y contrapuso el ejemplo de "otras empresas privadas, como la que gestiona la estación de Astún", que "están ya preparando la apertura de la próxima temporada sin problema".

El tira y afloja entre la propiedad y el Gobierno Aragón (y Aramón) no comenzó la pasada semana, sino que se lleva manteniendo desde hace meses. Y aunque no se ha llegado a ningún acuerdo todavía, el Gobierno aragonés es consciente del roto que supondría el cierre para todo un valle. Un impacto mucho mayor que dejar caer a una sola empresa privada. Por eso, siguen las negociaciones y la voluntad de todas las partes es que haya esquiadores este invierno. Lambán dijo este martes que se reunirá con la propiedad y otras entidades, y cuando haya alternativas, recibirá a los alcaldes, que volvieron a pedirle ayer una cita. Fuentes de Ibernieve aseguraron que están "esperando la llamada" del presidente.

En este sentido, el presidente autonómico insistió en la necesaria "discreción" de las conversaciones que se están produciendo con la propiedad, Aramón, Ibercaja y la Diputación Provincial de Huesca "entre otros actores" con el objetivo de que den frutos y se alcance una fórmula de éxito. "Hasta aquí puedo leer", dijo ayer. La negociación está en marcha y no hay tiempo que perder.

Los alcaldes insisten en la reunión

Los trabajadores y empresarios del valle recordaron que, para poder abrir las instalaciones, se debe empezar a trabajar, como tarde, a principios de septiembre. El alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, tras la reunión en la DPH, incidió en que "no podemos permitir que el valle caiga en picado. Pero quien tiene la solución son las empresas, porque cuando uno se mete en un proyecto empresarial, se mete; y por otro lado, el Gobierno de Aragón, y la DPH, y ahí han dicho que no se descolgarán".

El presidente provincial, Miguel Gracia, recordó que "la gestión por parte de Aramón de Candanchú ya se hizo en otros momentos", y apostó por "buscar ese modelo con Aramón o con otro actor, y con el acuerdo con la propiedad".

Empresarios del valle del Aragón reconocieron que Ibernieve se ha podido ver "defraudada en sus expectativas" por la actitud de Aramón, la entidad público-privada que encabezan la DGA e Ibercaja. "Se habla de promesas incumplidas por parte de Aramón, que al parecer aseguró a los nuevos gestores que existía la posibilidad de que Candanchú se incorporara al grupo de la nieve en un plazo de dos o tres años, algo que no ha sucedido", precisó un empresario que prefiere mantener su anonimato. Fuentes de Ibernieve corroboran esta posición.

La misma fuente subrayó que Ibernieve "no lo ha tenido nada fácil desde el principio". Se hizo cargo de las pistas de esquí cuando la estación estaba en concurso de acreedores, situación en la que aún sigue, pese a que ha reducido la deuda en un millón y medio o dos millones de euros. A ello hay que añadir el impacto negativo de la pandemia.

Pero la difícil de Candanchú no es nueva. Con la anterior propietaria, Etuksa, los trabajadores del centro invernal protagonizaron protestas para llamar la atención sobre el estado de la empresa. Desde el valle, otros empresarios señalan que Aramón, al no incluir a todas las estaciones de esquí aragonesas, "no ha atraído nueva clientela, sino que ha arrebatado los usuarios de este valle para repartirlos por sus instalaciones, de forma que se ha perjudicado a un valle en beneficio de otros". "El problema de fondo es que no hay un plan global de la nieve para todo Aragón, pese a que es un sector estratégico", añade.

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Los empresarios se sienten "abandonados por la Administración aragonesa", afirma el propietario de varios negocios de hostelería y alquiler de material de esquí. "Esta zona del Pirineo está claramente discriminada por la DGA si se la compara con el valle de Tena, Cerler y Castanesa", manifestó.

El grupo Ibernieve posee el 76% de las acciones 

El sector de la nieve está controlado, principalmente, por la Administración pública, ya que 22 de las 29 principales estaciones de esquí nacionales están en manos de ayuntamientos, comunidades autónomas y otros organismos públicos. Mientras que el 76% de las estaciones están operadas por empresas públicas. En Aragón, el holding Aramón (propiedad a partes iguales del Gobierno de Aragón e Ibercaja) es el máximo responsable de los complejos de Formigal, Cerler y Panticosa en la provincia de Huesca; y de Javalambre y Valdelinares en la turolense.

Pero en la comunidad hay otras dos estaciones más cuya propiedad es de una empresa privada. El primero de los casos es el de Candanchú, cuyo máximo accionista en estos momentos es el grupo Ibernieve. Esta sociedad empresarial formada por las familias aragonesas Yarza, Alierta, Forcén y Soláns --con el objetivo, en su día, de relanzar la estación de esquí más antigua del país y una de las más emblemáticas del Pirineo--, compró el 76% de las acciones por un importe aproximado de dos millones de euros a la sociedad Explotaciones Turísticas de Candanchú (Etuksa). Etuksa, antes de completar la operación con esta empresa, intentó previamente vender la estación al grupo Aramón, aunque la operación no llegó a consolidarse.

Y, por otro lado, el tercer recinto que queda es el de Astún que también está participado por una empresa privada. En este caso, opera a través de la Estación Invernal Valle de Astún (Eivasa).