Si hay una gran damnificada por el anuncio de la estación de Candanchú esa es la comarca de la Jacetania, y más en concreto, el valle del Aragón, cuya actividad vive del sector de la nieve especialmente en las localidades de Canfranc y Villanúa. En una temporada normal en la que hasta 415.000 esquiadores o incluso más pueden llegar a visitar el valle, 166.000 serían con pernoctación, y 249.000 sin pernoctación. A esto hay que añadir, 56.000 que no esquían o son acompañantes. De todo el gasto el 20% corresponde a las estaciones y el 80% al resto de los sectores, pudiendo llegar a dejar un montante total de 40 millones de euros en las arcas de la comarca de la Jacetania.

Aragón representa el 33% del producto de nieve en España y alrededor del 30% son también los esquiadores que suben hasta Candanchú o Astún. Esta última, por su parte, informó de que afrontará la temporada «con normalidad» y apostó por un «escenario más normalizado» cuando llegue el invierno, según el director comercial del complejo, Andrés Pita.

Esta demarcación del norte de Aragón tiene una población de 17.825 habitantes y tiene en Jaca, el Valle de Hecho y Canfranc sus términos municipales con mayor número de habitantes, con 12.988, 822 y 540 respectivamente, según los últimos datos del Instituto Aragonés de Estadística (Iaest). Sobre la situación demográfica destaca que unas 5.467 personas residentes pasan más de 14 noches al año fuera de su vivienda principal en la Jacetania, denotando la característica que adquieren esos domicilios de segunda vivienda durante el curso. En este sentido, las temporadas de verano e invierno impulsan a volver a los hogares pirenaicos pero el cierre de Candanchú podría tener cierto impacto.

Hostelería en peligro

El Pirineo aragonés es uno de los enclaves turísticos más relevantes de la comunidad, pero sobre todo en invierno, cuando las pistas aragonesas abren sus puertas, sus remontes, a los millones de esquiadores que durante esa época del año llegan hasta el norte de Aragón, o el sur si eligen la de Valdelinares o Javalambre. Si una comarca vive por y para el turismo, es porque así lo dicen sus infraestructuras hoteleras. Candanchú y Astún son dos grandes atractivos, pero también lo es la Estación de Canfranc. Por tanto, la Jacetania tiene que estar preparada.

Actualmente es la quinta comarca de Aragón con más plazas totales en alojamientos turísticos con 10.657 a finales de 2020, últimos datos disponibles. Unos 56 hoteles (3.572 plazas), 111 viviendas de turismo rural (872) y 12 campings (3.683) copan la principal oferta turística de esta demarcación territorial aragonesa. Tanto los restaurantes como los hoteles y alojamientos de la zona ya han manifestado que el cierre de Candanchú supondrá un duro golpe para la actividad económica de la zona, llegando a perder casi el 50% de los ingresos.

El trabajo también vive de los servicios, del sector terciario. De hecho, según los datos consultados, las profesiones más demandadas en esta comarca altoaragonesa son las de personal de limpieza de oficinas, de hoteles y otros establecimientos similares y vendedores para tiendas y almacenes. El mes pasado, en la Jacetania se produjeron 5.528 afiliaciones en alta a la Seguridad Social, de las que cerca de 4.331 fueron en este sector.

La media de afiliados al CNAE en esta zona dice que unos 480 están en la actividad económica de ofrecer servicio de alojamiento, y 942 en servicios de comidas y bebidas, mientras que en las actividades de agencias de viaje, operadores turísticos, servicios de reserva y actividades relacionas con los mismos, la media es de 57,75, y en las actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento, de 150. Asimismo, en 2019, época previa a la pandemia, se firmaron 8.232 contratos y 7.600 fueron temporales (92,32%). La nieve es uno de los sectores que opta por esta modalidad, y quien sabe como podría afectar el cierre de la estación de Candanchú.