El pleno del jueves será el último en el Ayuntamiento de Zaragoza antes de las vacaciones y parece que no será tranquilo. A la izquierda no le han gustado nada las formas con las que PP y Cs han presentado las partidas del presupuesto de las que prescindirán para hacer frente al agujero en las cuentas que quedó el año pasado. Son 8,7 millones que se recompensarán anulando proyectos como los trabajos para arreglar el parque de La Aljafería (90.000 euros); mejorar la iluminación del parque Pignatelli (250.000 euros); la conservación de la infraestructura verde (1.690.000 euros); y la reforma de la calle Osa Mayor, en Valdefierro, que se retrasa. PSOE, ZeC y Podemos votarán que no a esta modificación, por lo que hará falta saber qué va a hacer Vox, que todavía no se ha pronunciado.

La mayoría de estas actuaciones verán así cómo se alargan sus plazos de ejecución, explica el equipo de Gobierno de PP y Cs en el expediente que justifica poder declarar estas partidas como «no disponibles». En la mayoría de los casos se propone que el gasto se mueva al año que viene y, en algunos otros, se argumenta además que en este ejercicio ya no iba a dar tiempo a realizar las obras.

Ocurre esto con la avenida Cataluña, una reforma que lleva años atascada y sobre la que el área de Infraestructuras ha dicho en más de una ocasión que el proyecto estaba a punto de aprobarse. Para comenzar con la licitación de los trabajos se van a reservar 200.000 euros para este año, pero otros 350.000 se mueven para pagar el remanente negativo que quedó en 2020.

Malas formas

Asimismo, ya se sabe a qué irán destinados los 900.000 euros que se ahorró el consistorio en la Operación Asfalto. El ayuntamiento licitó estos trabajos por 2 millones de euros pero las empresas ganadoras del concurso concretaron su oferta en 1,1 millones. Se especuló con que la cuantía sobrante fuera a mejorar más barrios de la ciudad, pero finalmente el dinero irá a tapar agujeros.

Más allá de los recortes en algunos proyectos ya anunciados, el PSOE salió este martes a criticar duramente las formas del equipo de Gobierno de PP y Cs. Según denunció la concejala Ros Cihuelo, la propuesta para clasificar algunas partidas como «no disponibles» no se trató en la junta de portavoces de este lunes, que es cuando los grupos se juntan para fijar su postura sobre los asuntos que se tratarán en el pleno, que será mañana.

«Es una falta de respeto y una falta de higiene democrática. No son maneras. Para la oposición es imposible hacer seguimiento de la gestión de este Gobierno», lamentó la edila socialista.

Se refería a que no fue hasta este martes cuando los grupos de la izquierda pudieron acceder al expediente con la propuesta de cambios en el presupuesto de PP y Cs, cuando el mismo equipo de Gobierno hizo llegar a los medios de comunicación una nota de prensa resumiendo el documento el lunes por la tarde. «Es una burla», insistió.

Asimismo, una vez revisado el expediente, Cihuelo denunció la falta de justificación para anular las partidas que pretende el equipo de Azcón y criticó también que estos recortes «se ceban con los barrios tradicionales», refiriéndose al retraso en las obras en la avenida Cataluña o en Valdefierro.

Por último, Cihuelo reconoció que el ayuntamiento está obligado por la ley a hacer cambios en el presupuesto para hacer frente al remanente negativo del 2020, pero criticó que se hayan hecho sin consultar. Desde Podemos también fueron duros con las formas de PP y Cs. «El Gobierno de Azcón trae a pleno un expediente a última hora, sin hablarlo con los grupos y recortando partidas tan sensibles como la reforma de la avenida Cataluña o 4 millones en personal», lamentaron.

Ahora solo falta que Vox, de quien dependerá la votación, se pronuncie, ya que la propuesta de PP y Cs mueve dinero que había sido introducido en el presupuesto a petición del grupo de ultraderecha.

Los «recortes» en personal reciben las críticas de partidos y sindicatos

Casi la mitad de los fondos que irán a cubrir el agujero en las cuentas del año pasado (8,7 millones de euros tras un apaño anterior, con el que ya se movieron 1,6 millones) van a salir de partidas de personal, es decir, del dinero que se destina para pagar a los empleados municipales. En total son 4,2 millones de euros los que se van a extraer de ese capítulo y la excusa de PP y Cs es que este es un dinero que se había presupuestado de más y que no iba a gastarse este año. De los más de 4 millones, unos 260.000 salen del pago de trienios, 70.000 de gratificaciones y casi 3.900.000 de ingresos a la Seguridad Social.

Pero según criticó ayer la portavoz de Hacienda del PSOE en el ayuntamiento, Ros Cihuelo, la excusa de que es dinero que no se iba a gastar no vale, puesto que el presupuesto de este año se aprobó en marzo y entonces «el Gobierno de Azcón» ya sabía el personal con el que iba a contar en el presente ejercicio y los trienios o gratificaciones que iba a tener que abonar.

Por su parte, desde ZeC creen que este movimiento de fondos no es más que una nueva muestra de la política de PP y Cs en materia de personal. «Este recorte forma parte de una estrategia del gobierno de Azcón de reducir el gasto en personal municipal e incrementar el gasto en externalizaciones», lamentó el concejal Alberto Cubero. Desde la formación recuerdan que el gasto en personal ya se vio recortado en «5,2 millones» en el presupuesto actual con respecto al del año anterior.

Al mismo tiempo, desde el sindicato CSIF denunciaron que el Registro General del ayuntamiento «no tiene personal suficiente para realizar su servicio». En septiembre, aseguran, cesan su relación cuatro personas y en los próximos meses se jubilan otras dos. Ahora trabajan doce personas por lo que, si no se cubren las bajas, la plantilla se vería recortada a la mitad, cuando su carga de trabajo está subiendo. En el primer trimestre de este año tramitaron 31.000 entradas.