El Ayuntamiento de Zaragoza no cobrará el impuesto de plusvalía en el caso de que los ciudadanos acrediten, mediante las escrituras, que no ha habido un aumento de valor en la transmisión.

Ahora, por tanto, los contribuyentes que acudan a las ventanillas del edificio Seminario podrán demostrar si hay o no incremento de valor en la transmisión comparando valores catastrales y de escritura tanto en el momento de la transmisión como en el de la adquisición.

En el caso de que haya habido un incremento, podrán realizar la autoliquidación a través de internet a partir del próximo mes de septiembre, ha explicado en una rueda de prensa la consejera municipal de Hacienda, María Navarro.

En caso contrario, deberán cumplimentar una declaración tributaria, pero no tendrán la obligación de liquidar el impuesto.

Navarro ha rechazado que los ciudadanos paguen cuando no se ha producido un beneficio, lo que ha generado un elevado porcentaje de litigiosidad y de recursos después de que el Tribunal Constitucional declarara inconstitucional esta práctica, y ha adelantado que adecuará a la situación actual esta ordenanza fiscal para 2022.

Además, ha recordado que Zaragoza es la ciudad de Aragón que más bonifica la plusvalía "mortis causa", un 95 por ciento en el caso de la vivienda o empresa habitual y un 50 por ciento en un segundo inmueble con un valor catastral de hasta 150.000 euros.

Según la consejera, este cambio de criterio es el mayor cambio fiscal que se ha impulsado en toda la actual corporación y "no ha sido fácil".

En 2021, el Ayuntamiento tiene presupuestados unos ingresos de 36 millones de euros por este tributo, pero en 2015 se llegaron a recaudar 63,5 millones.

En este sentido, la responsable municipal de Hacienda ha confiado en que pronto haya una ley "clara" que diga a las entidades locales cómo tienen que liquidar este impuesto y cómo se les va a compensar por la merma de ingresos que supone que no se cobre en los casos en los que no ha habido aumento de valor.

Asimismo, se pondrá a disposición de los contribuyentes una herramienta digital para calcular si existe o no plusvalía y el valor de la misma, que estará disponible a partir de septiembre.

Se trata de la herramienta diseñada por el departamento de Redes y Sistemas con la que ya trabajan en pruebas los funcionarios municipales en ventanillas.

A través de la web del ayuntamiento (www.zaragoza.es), los ciudadanos que dispongan de certificado digital o cl@ve tendrán la posibilidad de autoliquidar el impuesto e incluso de abonarlo mediante una plataforma de pago digital..

El objetivo, como ya se hiciera con los certificados de empadronamiento, es fomentar la digitalización, evitar la presencialidad y facilitar los trámites a los vecinos. El ayuntamiento prepara una campaña de difusión en redes sociales, medios de comunicación y colegios profesionales, así como un vídeo tutorial.

Para afrontar la puesta en marcha de la digitalización del sistema, se incrementará el número de ventanillas para asistencia o ayuda presencial a los sujetos pasivos del impuesto hasta que se generalice el uso individualizado de la autoliquidación a través de internet.

Navarro ha destacado, por último, que este cambio de criterio evitará a los contribuyentes pagar gestores o abogados y ahorrará también intereses de demora a las arcas municipales.

Del mismo modo, ha señalado que ha optado por impulsar primero este cambio de criterio antes de resolver las 154 reclamaciones abiertas en la Junta de Reclamaciones Económico-Administrativas relacionadas con el impuesto de plusvalía.

Previamente, la portavoz socialista de Hacienda, Ros Cihuelo, ha denunciado que el Gobierno de Jorge Azcón no ha resuelto ninguna de las reclamaciones relacionadas con la plusvalía de 2019 y de 2020.

En su opinión, el Ayuntamiento de Zaragoza aplica con este impuesto un "poder confiscatorio" que no se ajusta a las normas de la "buena fe" y debe explicar por qué no se resuelven las reclamaciones.