Las cinco personas de la misma familia que agredieron el pasado lunes en el hospital Clínico de Zaragoza a los sanitarios y policías al serles comunicados que la madre de un recién nacido iba a ser privada de la guardia del bebé ya perdió tiempo atrás la custodia de otro menor, según fuentes próximas a la investigación.

La brutal agresión ha causado una enorme preocupación en el colectivo sanitario, que este jueves se ha manifestado en las puertas del hospital Clínico para mostrar su repulsa por el hecho y pedir más control policial que evite la repetición de estos sucesos violentos.

Los detenidos, que esta misma mañana han pasado a disposición judicial, residen en Tauste y todos ellos tienen numerosos antecedentes por hechos violentos, circunstancia clave al hacerse cargo la Administración del bebé, que nació en el Clínico el pasado fin de semana.

Se trata de los abuelos del recién nacido y de tres de sus hijos, un varón y dos mujeres, una de ellas la que acababa de dar a luz.

La agresión se produjo cuando llegaron al lugar donde se encontraba la familia y la madre una trabajadora de los Servicios Sociales de Aragón en compañía de agentes de la Policía adscrita a la DGA. La reacción de los familiares fue muy violenta, rompieron mobiliario y, usando cristales rotos, agredieron tanto a la trabajadora social como a los agentes de policía y los sanitarios que se hallaban en la zona. Entre los agredidos también figura el médico, de Traumatología, que se hallaba el lunes en funciones de guardia en el departamento donde ocurrieron los hechos.

Una lacra

Ante este nuevo episodio, las organizaciones profesionales del sector de la medicina y la enfermería en Aragón han mostrado en las últimas horas su «condena» y «repulsa» por este último episodio violento.

El Colegio de Médicos de Zaragoza difundió un comunicado en el que «condena y lamenta» la agresión sufrida por los profesionales sanitarios, pertenecientes a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

La institución colegial recordó que la violencia en el ámbito sanitario es «una lacra que debe contar con el reproche de toda la sociedad», al tiempo que hace de nuevo un llamamiento sobre la urgente necesidad de adquirir plena conciencia sobre la gravedad de este problema y de seguir avanzando en la sensibilización social para combatirlo.

«Las agresiones cada vez son más frecuentes, por desgracia», señaló Mercedes Ortín, de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en Aragón. «En particular en atención primaria, en urgencias y en las visitas domiciliarias, es decir, cuando se realiza la primera toma de contacto con el sistema sanitario», precisó.

Ortín subrayó que agredir «a quienes cuidan de tu bebé es «un paso más» dentro de la violencia hacia el colectivo sanitario y abogó por educar a la sociedad «en valores de respeto». «Toda agresión es incomprensible, pero aún lo es más cuando la víctima es un colectivo que vela por la salud de todos», añadió la responsable de la asociación profesional.

Fuentes del colectivo de enfermería mostraron asimismo su repulsa por la agresión y se unieron a la convocatoria de manifestación.