Decía Javier Lambán este miércoles que esto «no es una ocurrencia más», sino algo que puede resultar «interesante» para mejorar la mala relación establecida entre el covid y los hosteleros desde el comienzo de la pandemia. Ahí abrió las fronteras el presidente de Aragón para que algunos establecimientos puedan mirar hacia el futuro de otra manera si se acepta el uso del pasaporte covid para acceder a bares y discotecas. «Es una propuesta seria que vamos a estudiar», afirmó el jefe del Ejecutivo autonómico poco antes de que la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, anunciase que el Gobierno lo debatiría con las comunidades dentro del marco del Consejo Interterritorial que se celebraba por la tarde.

Después de la firma con la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, del Fondo de Inversión de Teruel para 2021, Javier Lambán aseguró que ese certificado «no es una ocurrencia» como otras muchas que se han oído durante estos meses, sino una idea que el Gobierno de Aragón «va a estudiar seriamente».

Y estudiarse se ha hecho también en el seno del Consejo Interterritorial de Sanidad, en el que las comunidades tuvieron la oportunidad de debatir sobre el asunto. La ministra Carolina Darias negó que este requisito de pedir el certificado covid a la entrada de los locales vaya a exigirse a nivel nacional y lo dejó en manos de las comunidades. No obstante, alertó la ministra de que el pasaporte fue ideado para viajar dentro de la Unión Europea y que, si se le da otro uso, «requeriría un nuevo amparo jurídico». Por el momento, Galicia y Canarias ya lo usan para tal fin y otras autonomías han anunciado que lo harán.

En Aragón, fuentes de la Consejería de Sanidad explican que la medida en la que Lambán piensa «seriamente» es, por ahora, una posibilidad. Lo que no se va a llevar a cabo, al menos por el momento, es el registro de entrada de clientes que se planteó hace algunas semanas para facilitar el rastreo de contactos en el caso de que se diese un brote en un establecimiento hostelero.

Con su propuesta, seguramente, Lambán pretendía también dar alternativas a la hostelería, que se ha inclinado desde hace meses por incluir medidas de prevención en sus locales, sobre todo los del ocio nocturno.

Y posiblemente pensó Lambán que los hosteleros acogerían la idea de buen grado. No fue así. Como poco, encuentran muchas dudas por las responsabilidades que les puede ocasionar. Más aún, no entienden por qué no se han adoptado otras medidas más sencillas y seguras como el control de calidad del aire, que cuentan además con el respaldo científico.

Miguel Ángel Salinas, vicepresidente de la Asociación de Discotecas y Salas de Fiesta de Zaragoza y provincia, y gerente del grupo Canterbury, afirma que se han ido haciendo distintas reuniones con la Consejería de Sanidad durante los últimos meses. «En las discotecas, por ejemplo, que son con entrada de pago y tienen guardarropa, etcétera, ofrecimos hacer test de antígenos, que por cierto han tardado un montón de meses en ponerlos a la venta en las farmacias. Y, por supuesto, hemos ofrecido instalar medidores de CO2. Eso sí que es una vergüenza que ni siquiera lo hayan considerado».

Rechazo del sector

«Que el Ayuntamiento de Zaragoza hiciese una prueba piloto que acredita que ese sistema minimiza los riesgos de contagio y que ni siquiera se sienten a debatirlo, no tiene sentido», explica Salinas, que asegura que también deben tenerse en consideración los filtros EPA y, sobre todo, el sistema DuctFit de purificación de aire, que elimina más del 99,9% de todos los virus. Está basado en la tecnología PCO desarrollada por la NASA en los años 70 para la purificación de las estaciones espaciales, y probada por laboratorios

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El pasaporte covid puede convertirse en un documento fundamental de cara al futuro, no obstante, según avanzó Lambán, que razonó que cada vez se descubren facetas nuevas del impacto de este virus y admitió que «a estas alturas» no se esperaba un repunte de contagios de esta «magnitud», aunque gracias a la vacunación «no haya sido como el de olas anteriores».

En cualquier caso, entre los hosteleros prefieren el control de la calidad del aire. En Cafés y Bares consideran «más razonable» el uso de medidores CO2 que el pasaporte covid, que les plantea diferentes dudas. Para empezar, «¿es jurídicamente viable?», se preguntan al tiempo que recuerdan que los certificados no están homogeneizados. Es decir, cada país, cada comunidad autónoma, tiene el suyo propio. «¿Tenemos nosotros que conocerlos todos y fiscalizar? ¿Dónde queda la responsabilidad de la autoridad?», se cuestionan. No son las únicas preguntas: «¿Y se hace en todos los sectores? ¿Solo en interiores? ¿Solo en el ocio nocturno o en todos?...», rematan antes de incidir otra vez en que el control de calidad del aire sería más efectivo.