Pilar Alegría fue recientemente nombrada la primera ministra aragonesa de la democracia, un cargo que hace tan solo dos años parecía claramente destinado a Susana Sumelzo, la diputada que lideró la última lista por Zaragoza al Congreso y que hoy se mantiene muy activa en el Parlamento.

–Camino de los dos años de legislatura y asentada como diputada en el Congreso, ¿cómo se siente en sus funciones relacionadas con los fondos europeos?

–Soy presidenta de la Comisión Mixta (comisión de Congreso y Senado) para la UE. Es la casa de los asuntos europeos en el Parlamento español y tiene diferentes cometidos. Esta semana nos toca viajar a Breslavia para participar en el foro parlamentario hispano-polaco donde tratamos temas que nos atañen a ambos países, hablamos del brexit... El Gobierno, por poner en contexto, rinde las cuentas de los fondos de recuperación en mi comisión. Nadia Calviño nos explica cada cierto tiempo cómo va el plan de recuperación, se hacen informes de subsidiariedad o estudiamos cómo afectan las directivas europeas al territorio español. El parlamento aragonés también nos envía informes de cómo afectan a nuestra tierra, nosotros lo estudiamos y las aprobamos o no.

–¿Cómo han caído los últimos cambios en el Gobierno central, con la llegada de siete nuevos ministros nada menos?

–Muy bien. El presidente ha elegido un nuevo equipo para una nueva etapa. Se trata de afrontar todos los retos de la nueva etapa, el poscovid. 

–¿Qué opinión le merece el nombramiento de Pilar Alegría como ministra de Educación?

–Pilar hará un majestuoso trabajo como ministra, igual que lo hizo en el Gobierno de Aragón o como delegada del Gobierno. Estoy contenta por ella, pero también por el PSOE de Aragón, por que cuente con una ministra.

–Pedro Sánchez dijo en su día, al menos lo insinuó, que Susana Sumelzo sería ministra con él, una idea que posteriormente no cuajó. ¿Por qué? 

–Cada momento tiene sus personas. Yo nunca he querido ser ministra ni he pedido ser nada. Y estoy muy contenta con la responsabilidad que tengo ahora como presidenta de la Comisión Mixta. Hay veintitantas comisiones en el congreso, así que no estamos tantos. Y el tema europeo es muy importante.

–¿Tiene marcadas expectativas distintas de cara a septiembre?

–No hemos hablado de expectativas, ahora estamos en otro momento. Yo siempre he estado donde también se ha considerado oportuno que hacía un buen papel. No voy a pedir estar en tal o en cual sitio, ya sea en el partido, en la dirección...

–No obstante, siempre se ha mantenido fiel a Pedro Sánchez.

–Más que de fidelidad a Sánchez, diría que he sido parte de un proyecto político que lideró Pedro desde el primer momento. Yo ayudé a poner en marcha ese proyecto y lo he defendido con muchas dificultades. Estábamos en la dirección del partido, nos echaron de una forma abrupta y ayudando mucho conseguimos volver a liderar el partido que hoy está en el Gobierno. Más que fiel, creo que he sido leal. Soy compañera y amiga personal de Pedro y confiamos el uno en el otro. Eso no quiere decir que tengamos ningún acuerdo para mantenernos en los órganos de dirección. De hecho, yo llevo ya casi ocho años en la dirección del partido.

–Precisamente Pilar Alegría, también Javier Lambán, fueron en su día muy duros al referirse a su posición de apoyo a Sánchez. ¿Está todo olvidado?

–Resultó una etapa muy dura. Fue por una decisión orgánica y también por una determinación de la que yo sigo orgullosa y que fue para votar no a un Gobierno del PP. El tiempo nos ha dado la razón y hoy lo volvería a hacer. Además, ahora he aprendido a no conceder el poder a otros cuyas decisiones me puedan afectar, pero tengo claro que las decisiones orgánicas o políticas se deberían respetar.

–¿Cómo ve la situación en Aragón?

–Javier Lambán es el secretario general del partido y el presidente de un Gobierno que está haciendo un muy buen trabajo. Es digno de resaltar que haya conseguido un consenso social y político que ha hecho posible que afrontemos toda esta crisis de una forma ejemplar. Hoy tenemos un secretario general que es el presidente de Aragón, un Gobierno que está haciendo un buen trabajo y el partido lo veo muy tranquilo. Corresponde apoyar el proyecto político. 

–¿No presentarse contra quien gobierna, quiere decir?

–En su día yo no me quise presentar contra un presidente que gobernaba, aunque hubo mucha gente que me animó a hacerlo.

–¿También desde Madrid?

–Bueno... mucha gente, sobre todo compañeros en Aragón. Yo formé parte del movimiento de toda esas personas que pusimos en marcha en Aragón el proyecto de Pedro Sánchez. En su momento, en Aragón lo lideré, aunque formaba parte de un equipo en Madrid. Nos ayudaron muchos votantes, pero también muchos militantes. Es una situación similar a la que hay ahora, con un presidente y un Gobierno que están haciendo las cosas bien.

–Hay voces quejosas por que se le está dando demasiado protagonismo al PSOE de Huesca. ¿Qué le parece? 

–No lo comparto para nada. En Aragón tenemos tres provincias y no me parece nada extraño que haya una delegada del Gobierno que sea de Huesca. De la provincia de Zaragoza son casi todos los consejeros. El portavoz en las Cortes de Aragón también es de Teruel, como la portavoz del Gobierno. Creo que tiene que haber un peso equilibrado entre la militancia de las tres provincias, acorde también con el número de militantes.

–¿Cómo están las relaciones entre el equipo socialista del Congreso y el de Aragón?

–Muy bien. El partido, después de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, me nombró coordinadora de los diputados aragoneses en Madrid, y mantengo una constante comunicación con el presidente, con Vicente Guillén...

–¿Tiene en mente volver a Aragón?

–Nunca me he ido. Vivo allí, mi hijo va al instituto en Ejea, mis amigos están en Aragón... Todos los fines de semana voy, pero mis responsabilidades políticas y orgánicas están en Madrid. Pertenezco a la dirección del partido y trabajo de diputada en el Congreso. Más allá, volver a Aragón con alguna responsabilidad no depende de mí, depende del partido. 

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–¿Le gustaría? De alguna manera parece que le quedó algo pendiente.

–No creo que haya nada pendiente. Estoy muy agradecida al partido por haberme dado la oportunidad de trabajar en el proyecto y en la Ejecutiva federal durante tanto tiempo, algo que es un orgullo. Y continúo siendo la Susana que estudiaba Derecho. Aún sigo pensando a veces, cuando entro al Congreso, ‘cómo es posible que esté yo aquí’. Pero nunca he perdido el vínculo, de hecho mi casa sigue estando allí.