Las residencias aragonesas registran hoy en día casi el mismo número de brotes de covid-19 que el pasado mes de diciembre, antes de iniciar la vacunación, pero el número de personas contagiadas se ha reducido a la décima parte, según confirmó ayer la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, que descartó por ahora implantar nuevas restricciones en los centros de mayores. "El 27 de diciembre fue el inicio de la esperanza. Hoy tenemos 44 brotes en las residencias de mayores y en diciembre teníamos 43. La diferencia es que hoy tenemos 148 personas positivas y en diciembre, 1.580», resumió la consejera, que señaló que el balance oficial de fallecidos en residencias llegará el jueves.

Después de un periodo de cierta calma, el virus ha vuelto a entrar en las residencias. La alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández, confirmó ayer que en uno de los centros privados de su localidad, en la residencia Valles Altos, han fallecido dos residentes en un brote que deja 33 contagiados, de los que 28 son residentes y cinco trabajadores. Un centro que ya ha restringido las visitas e iniciado la sectorización, tal y como prevén los planes de contingencia.

A la espera de datos oficiales, Broto reconoció que la situación en las residencias «preocupa muchísimo» al Ejecutivo autonómico, pero descartó que se vayan a implantar nuevas restricciones dado que el impacto del covid, gracias a la vacunación, es mucho menor. "Los brotes que hay en la sociedad a nivel comunitario siempre tienen repercusión en las residencias", afirmó. «En estos momentos tenemos 44 residencias con casos positivos. 26 de ellas, solo tienen trabajadores contagiados. En 12 hay trabajadores y residentes, y en seis solo tenemos residentes positivos», explicó.

Por ello, aunque «preocupa» la situación, manifestó que «los brotes no tienen la incidencia en la gravedad de los residentes de la primera ola, porque son personas que están vacunadas». Por otra parte, el número de fallecimientos es «mucho menor», pero «lógicamente la preocupación es muy grande porque estas personas son las más vulnerables». «Muchas de ellas con patologías previas y con una edad avanzada y tienen, desde luego, más riesgo que una persona joven cuando se contagia», asumió.

La vacunación

En este sentido, la consejera de Ciudadanía volvió a insistir en la recomendación de vacunarse. «No podemos obligar a hacerlo, pero mi recomendación es que desde el punto de vista colectivo, la libertad individual choca colectivamente con la seguridad de estas residencias. Mi recomendación es que se vacunen», reclamó, aunque declinó efectuar una relación directa entre las residencias con más casos y las que tienen una mayor porcentaje de usuarios o trabajadores sin vacunar. Tampoco quiso valorar la consejera la posibilidad de inocular una tercera dosis a los residentes. Broto subrayó que esta decisión deberá adoptarse «por las autoridades sanitarias».

Con esta situación, el Ayuntamiento de Calatayud ha tomado la decisión de realizar test de antígenos a los trabajadores de los centros de mayores de la ciudad «para detectar casos asintomáticos», explicó el alcalde, el popular José Manuel Aranda. «La residencia ahora no tiene contagios, pero vemos lo que pasa en otras y que hay un 5% de personas ingresadas que estaban vacunadas, y pensamos que tenemos que detectar esos casos aislados para evitar desgracias», dijo.

En Sabiñánigo, la alcaldesa, Berta Fernández, explicó que la residencia afectada ya está poniendo en práctica «todas las medidas de restricción de visitas y sectorización». Además, lamentó la virulencia del brote, que ha explotado en «solo dos días, con un alto nivel de contagio y muy rápido». «Esta situación asusta y nos pone en alerta, porque este virus es muy agresivo con las personas mayores, y nos vuelve a demostrar que no se puede bajar la guardia», avisó Fernández. 

Una fundación se hará cargo de la residencia de Ejea



Después de más de seis meses intervenida por el Gobierno de Aragón, la residencia Virgen de la Oliva de Ejea de los Caballeros, pasará a estar gestionada por una fundación que contará con la participación de la propia DGA y del ayuntamiento de la localidad.

Así lo confirmó ayer la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, y la alcaldesa de Ejea, Teresa Ladrero, que confirmó que el consistorio ya ha nombrado a su representante en el patronato de la futura fundación.

Según ha podido confirmar EL PERIÓDICO, será la Fundación Rey Ardid la que se hará cargo de la gestión, de la mano del Gobierno aragonés y el Ayuntamiento de Ejea, pero la gestión de la residencia seguirá manteniéndose privada.

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, manifestó ayer que la DGA «seguirá en la fundación hasta que sea necesario» y subrayó que su «compromiso» es estar allí donde las residencias les reclamen su presencia.

En este caso, la intervención de la residencia Virgen de la Oliva de Ejea es la intervención que se ha prolongado durante más meses tras la pandemia.

La alcaldesa de Ejea señaló que la concejala de Personas Mayores, Raquel Laíta, será la representante del consistorio en el patronato de la fundación. Ladrero destacó la importancia del acuerdo alcanzado entre todas las partes. «Que siga la gestión óptima que ha tenido la residencia desde la entrada de la DGA y garantizar la continuidad del centro es lo más importante», afirmó.