La hostelería oscense duda de la eficacia del toque de queda para bajar los contagios mientras que los alcaldes sí lo consideran una medida efectiva. Todos, eso sí, apelan a la responsabilidad individual y colectiva, para evitar aglomeraciones y nueva subida de casos en la provincia.

Desde la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo consideran que la limitación de movilidad nocturna debería ir «complementada» de un control exhaustivo de botellones, fiestas en domicilios, etcétera. Y es que, consideran que se han tomado durante esos meses «medidas restrictivas y muy dolorosas para el sector», que consideran «injustas». Por eso proponen dejar el ocio nocturno con «horario diferenciado». Y apelan a la responsabilidad «individual de las personas, empresas y profesionales». El colectivo reivindica además la «apertura en los próximos dos meses sin vuelta atrás y con el horario y aforo normal» después de conseguir la denominada inmunidad de rebaño.

También duda de la eficacia del toque de queda Carmelo Bosque, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, puesto que la normativa les obliga a que los establecimientos estén cerrados a las 00.30 horas; pero el problema comienza cuando los que salen de ahí «continúan su actividad, en la calle, en casas o en lugares privados».

Ascenso lento y curvas diferentes en Caspe y Tarazona

Jaca, Huesca, Barbastro y Monzón continúan con la bajada de incidencia acumulada a 7 días, aunque la primera sigue por encima de los mil casos. A esa lista se suman Caspe, que roza los 500 casos por cien mil habitantes; o Tarazona, con 407. Sin embargo, a la hora de pedir el toque de queda no solo hay que mirar el número de afectados, también las características de la curva. En los primeros municipios el ascenso fue «explosivo», ha dicho Sira Repollés; y en el caso de Caspe, es lento y en picos de sierra, por lo que «estaremos pendientes» por si hay que tomar medidas.

Los alcaldes, sin embargo, apoyan la medida. Luis Felipe, primer edil de Huesca, cree que servirá para «facilitar» la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para evitar «concentraciones» ya que en este «contexto complejo de no fiestas es bueno que tengamos herramientas para evitar comportamientos inadecuados». Por eso, apela también a la «responsabilidad individual y colectiva» porque «no puede haber un policía detrás de cada uno».

En cuanto al turismo, cree que no afectarán las restricciones porque «la vida turística de la ciudad tiene otros horarios». También desde la Asociación Provincial consideran que esperan que «no afecten ni retraigan al turismo nacional», porque hay mucha oferta.

El alcalde de Barbastro, Fernando Torres, también es favorable al toque de queda porque «donde se estaba produciendo un mayor contagio era en las salidas nocturnas y en las concentraciones en las madrugadas» y había que bajar los casos. Sin embargo, considera que la medida llega tarde.

Por su parte, Isaac Claver, primer edil de Monzón, considera que se resuelve la «incertidumbre» y cree que es una medida que «respetamos» porque es una medida «excepcional» y espera que sea «efectiva» y «no perjudique» la recuperación económica de la localidad.