Jaca es una de las cuatro localidades en las que se aplica el toque de queda. Este lunes se han notificado en su zona básica de Salud 15 casos; y la incidencia acumulada a 7 días es de 1.035 casos por cada cien mil habitantes; mientras que la media aragonesa es de 331,2.

¿Qué sucede para que lleven casi quince días con la incidencia por encima de mil?

En general lo que está pasando en España y en la comunidad, es decir un aumento general de casos desde el mes de julio. Hay que tener en cuenta el aumento de la población, porque esta zona puede tener en torno a 15.000 habitantes y ahora podemos a estar 45.000 o 50.000 habitantes y eso lleva a que si los ratios los aplicáramos sobre esa población pues evidentemente serían otros. Pero en cualquier caso, como pasó en todos los sitios, una subida importantísima de los casos, que va bajando poco a poco.

Muy poco a poco. ¿Nos relajamos cuando estamos de turismo?

Yo no creo que sea muy distinto del resto de los sitios porque ha sido por el aumento exponencial de la población, que se ha multiplicado por tres. Y si estos datos que da Jaca los tuviera una población como es Huesca, que los está dando, la situación sería otra. Tenemos que contar que parece ser que ahora, al hacer una PCR aquí a alguien de otro zona sanitaria de Aragón o de otra comunidad autónoma se traslada el expediente y se contabiliza como que el expediente es de Jaca, cuando esa persona proviene de Zaragoza, el País Vasco, Navarra, de Madrid, Valencia o de cualquier otro punto de la geografía española.

¿Qué le parece el toque de queda?

Estoy contento porque los tribunales hayan autorizado tener esta herramienta que nosotros entendemos como la más adecuada que se pueda utilizar. Ojalá pronto no tengamos que tenerla porque la situación epidemiológica no lo requiera, pero de las que están aplicando es la que nos convence por operatividad y compatibilidad con la forma de vida y sociedad que tenemos.

¿Llega 15 días tarde?

Creemos que si hubiera entrado en vigor cuando se aprobó inicialmente, las fuerzas de seguridad habrían tenido más fácil su trabajo de control porque durante este tiempo la Policía Nacional ha desmontado muchísimos botellones, fiestas en pisos, circunstancias que esta noche no se han dado, porque no ha habido ninguna incidencia. Todos somos conocedores de que en este tipo de fiestas, en un alto porcentaje la gente bebe, y eso lleva aparejado una relajación de medidas sanitarias y de actitud social de la gente; y cuando se hacen al aire libre mal, pero en sitios cerrados mucho peor porque no hay ventilación. ¿Esto significa que solo con esto lo tenemos todo hecho? Pues no, tenemos que acompañar esta medida con responsabilidad individual, social y cumplimiento de la normativa.

¿Por qué hay que llegar a la prohibición para evitar botellones?

Eso debería decirlo un sociólogo, no un alcalde (risas). Nosotros lo que hemos podido averiguar es que la gran mayoría de los botellones no era de gente de Jaca porque así lo manifiesta la Policía Nacional. Eran gente que viene de vacaciones, en grupo y creen que saliendo de su ciudad ya pueden hacer un poco lo que quieran, pero esto es sociológico, no es algo que sea nuestro, de Jaca, sino que es general.

¿Afectará la medida al turismo?

Poco porque el que se quisiera espantar ya se ha espantado con los datos y estamos viendo en otros destinos que el hecho de que haya toque de queda no tiene afección sobre la afluencia. Además, el turismo de Jaca es familiar y en ese horario de 1 a 6 suele estar descansando. A la hostelería, la mayoría de los bares de noche se han reconvertido en bares de día con terraza; y el ocio nocturno cierra antes de esa hora. Así que no creo que le afecte pero cualquier otra medida que se hubiera adoptado habría sido muchísimo más perjudicial en ese ámbito.

¿Bajarán los casos o será necesario prorrogar la medida?

Yo no hago vaticinios; deseo que así sea pero no me atrevo a vaticinar. Se nota una bajada pero no sabemos cómo irá en unos días.