La exposición "Investigando al aire libre" del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), que se inaugura el 8 de agosto en el Centro de Interpretación de Torla, pretende acercar a la sociedad algunos de los estudios que desarrolla con el fin de monitorizar los efectos actuales del cambio global en el entorno natural del Parque Nacional de Ordesa-Monte Perdido.

Se trata de una muestra elaborada por los investigadores del IPE-CSIC que mediante fotografías, vídeos, infografías, un diorama e instrumentación real, exhibe tanto los estudios y el trabajo de campo desarrollados en el Parque como el uso de las nuevas tecnologías en la investigación.

Los visitantes podrán descubrir una amplia gama de estudios: desde el análisis del hielo en las cuevas o el sedimento de los lagos, que relata cómo era el clima hace miles de años, al de los anillos de los árboles, que en este caso permite remontarse siglos atrás.

La cuantificación de los efectos actuales del cambio global y el abordaje de nuevos sistemas de alta tecnología o miniaturizados es otro de los puntos clave de esta muestra.

Entre ellos, destacan la cuantificación de la frecuente pérdida anual de volumen del glaciar de Monte Perdido (el principal testigo del cambio climático), sistemas para medir la temperatura del agua o la calidad del aire, la utilización de satélites para conocer el movimiento de la ganadería estival, el uso de drones para identificar refugios microclimáticos, o la inteligencia artificial para reconocer plantas.

En definitiva, una monitorización que cubre muchos de los rincones y elementos del Parque: hielo, aire, bosques, pastos, cumbres alpinas, microorganismos del suelo, fauna y la flora amenazada o indicadora. La exposición cuenta además con un monitor en el que se reproducen vídeos cortos protagonizados por los propios científicos. Entre ellos, se incluye parte del documental "Ordesa invisible", realizado por Carlos Oyarzábal.

El Instituto Pirenaico de Ecología y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido llevan unidos desde la década de 1950, cuando el Doctor Montserrat comenzó a estudiar la flora del lugar. Los científicos encontraron en este Parque Nacional un paraje inigualable para llevar a cabo sus estudios sobre geología, procesos naturales, usos tradicionales y su enorme biodiversidad.

Así, ambas instituciones, de las más antiguas de Aragón en el ámbito del medio natural, continúan a día de hoy trabajando para gestionar el patrimonio natural que alberga este espacio. María Begoña García, investigadora en el IPE y promotora de la exposición "Investigando al aire libre", asegura que en 2021 se está produciendo un gran movimiento de personas en espacios protegidos como Ordesa.

"Se ha hecho más patente la necesidad de la sociedad de reconectar con ella en estado puro, y el gran disfrute emocional que genera", comenta García explica que en el IPE. Además recuerda que todo el material dispuesto en la exposición es una muestra que paulatinamente irá desarrollándose en una web donde se recogerá toda la información generada por el IPE en el Parque.

"Ahora que los usos tradicionales están cambiando y el calentamiento climático acecha también a los espacios protegidos, se hace imprescindible vigilar sus efectos en este espacio tan singular como es Ordesa", concluye.