La fiesta no se adueñará mañana, víspera de San Lorenzo, de las calles de Huesca. La situación sanitaria, con el contagio de covid en cifras preocupantes, hasta el punto de que impera en la ciudad el toque de queda, impide, por segundo año consecutivo, honrar al santo patrón de la capital oscense. No va a haber actos oficiales ni celebraciones lúdicas, únicamente ceremonias religiosas. O sea, nada de chupinazo y nada de danzantes inaugurando el programa festivo.

«La gente se veía venir esto y ahora Huesca está bastante vacía, pues muchos han aprovechado para tomar vacaciones», explicó Daniel García, encargado de Rugaca, un emblemático local de hostelería en el centro de la ciudad.

Con todo, como advirtió el alcalde de Huesca, Luis Felipe, el despliegue policial es estos días «idéntico al que habría si se celebraran los festejos». De hecho, durante el pasado fin de semana, los cuerpos y fuerzas de seguridad comunicaron más de 30 propuestas de sanción por diversos motivos, desde no llevar mascarilla a incumplimiento de horarios. 

La cancelación de las fiestas ha supuesto que las peñas perdieran gran número de socios. Se trata de personas, en su mayoría jóvenes, que se borran porque no desean seguir pagando la cuota mensual por unas actividades que, al final, no se llevan a cabo.

«El número de socios se ha reducido de forma drástica estos dos años», señaló ayer Javier Ibarz, presidente de la peña Alegría Laurentina. «Calculamos que, entre unas cosas y otras, pese a que no se han organizado actos, hemos perdido en torno a 20.000 euros porque hay que seguir pagando los alquileres de los locales y otros gastos fijos», explicó.

Terrazas

De hecho, las sociedades recreativas, que estos días han salido a la calle para tratar de captar nuevos miembros, han solicitado al ayuntamiento que les conceda subvenciones para poder hacer frente a la situación. «Vivimos con la esperanza de que se acabe firmando un convenio con el consistorio que nos permita capear estos años malos», señaló el presidente de Alegría Laurentina.

Pero, pese a todo, incluso a que numerosos residentes se han ido de vacaciones, Huesca está muy animada este fin de semana, en particular las terrazas de la zona peatonal y de otras calles muy frecuentadas. «A determinadas horas están llenas de gente», subrayó Javier Ibarz.