La economía aragonesa comienza a reverdecer tras casi un año y medio de declive. Los indicadores de las últimas semanas acreditan esta recuperación que todavía tardará algunos meses en llegar a los bolsillos de los ciudadanos. El crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la comunidad, la mejora del empleo y la ocupación, el descenso del paro, la reactivación de la actividad de las empresas, el incremento del gasto, la más que aceptable ocupación turística y la buena marcha de las exportaciones son solo algunos de los elementos que afianzan los brotes verdes en Aragón.

Las últimas estimaciones de crecimiento las ofrecía este jueves el Observatorio Regional del BBVA, que señalan que la economía aragonesa crecerá este año un 6,6% frente al 6,5% de media en el conjunto de España. La previsión se relaja ligeramente en el 2022 hasta el 6,2%, ocho décimas por debajo de la media nacional. No obstante, el desplome del PIB de la comunidad en el 2020 fue bastante inferior al registrado en todo el país (-9,4% frente al -10,8%), lo que explica una fluctuación menor. Esto se aprecia, por ejemplo en Baleares y Canarias, que se hundieron entre un 15 y un 18% el pasado año y crecerán entre el 10,7% y el 11,6% el próximo. 

BBVA Research incide en el mayor dinamismo del consumo privado en Aragón --aunque todavía no ha recuperado los niveles previos a la crisis-- e incide en que la comunidad se ha unido a otras en la recuperación del gasto de visitantes españoles. El pronóstico del banco, no obstante, es inferior al de Ibercaja, que cree que la economía aragonesa crecerá este año un 7,4% y un 6,5% en el 2022. Más bajas tiene las expectativas la Cámara de Comercio de Zaragoza, que augura un 5,6% de crecimiento este año en Aragón. 

Sea como fuere, las previsiones son optimistas y vienen avaladas por cifras como la que se conoció este jueves. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que Aragón fue en junio la tercera comunidad donde más creció la creación de empresas, solo por detrás de Navarra y Canarias. Solo en ese mes se constituyeron 203 nuevas sociedades en la comunidad, lo que supone un incremento del 63,7%, es decir, más de 22 puntos por encima de la media nacional. El capital desembolsado para su creación rondó los 15 millones de euros. Además, mientras que la disolución de sociedades repuntaba en el conjunto de España un 40,8%, en la comunidad caía el 2,3%. Este indicador se suma al que refleja el boletín trimestral del Consejo Económico y Social de Aragón (CESA): aumenta la inversión en maquinaria y bienes de equipo. Dicho de otra forma, hay músculo para potenciar la actividad empresarial. 

El sector exterior es uno de los grandes puntales que ha permitido mantener el tipo a la economía aragonesa. Ya lo fue en la crisis del 2008 y esta vez su comportamiento ha sido también positivo. Tanto, que en el primer trimestre refleja un crecimiento del 7,6%, casi tres puntos más que la media nacional. Y todo ello a pesar de la crisis de los semiconductores que se ha visto compensada por el fuerte impulso de las ventas al exterior en el sector agroalimentario.

Más empleo

Pero si hay un indicador que certifica los brotes verdes en Aragón ese es el empleo. Tanto las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) como las del Ministerio de Trabajo confirman la recuperación de la economía. Tanto es así que Aragón registro en julio el mejor dato de empleo desde agosto del 2008 tras rozar los 590.000 afiliados a la Seguridad Social. Además, según la EPA la comunidad tiene la tercera tasa de paro más baja de España con un diferencial de casi 5 puntos respecto a la media nacional. Mientras, los afectados por erte se han desplomado de los casi 87.000 registrados en abril del 2020 a solo 6.430 de julio, es decir, un 92% menos.

El sector inmobiliario también parece recobrar el pulso. Aragón fue la segunda comunidad con mayor crecimiento interanual de la compraventa de viviendas en junio, un 89%, solo por debajo del registrado en Madrid. El ahorro retenido durante la crisis ha espoleado la inversión inmobiliaria, algo que reflejan los distintos indicadores publicados recientemente. 

Esta misma semana también se conocieron los datos del aeropuerto de Zaragoza, que recuperó en julio el 75% de los pasajeros que movía en 2019 antes del covid hasta totalizar 40.248 viajeros, el mejor dato en casi dos años. Mientras, el tráfico de mercancías daba fe del dulce momento que atraviesa al superar las 100.000 toneladas en julio, algo que no había ocurrido hasta la fecha. El séptimo mes del año vio crecer las operaciones un 64,2% respecto al 2020. Y lo que es más importante registró un 10,9% de mercancías que en el 2019, antes de que se declarara la pandemia.

Pese a todo la incertidumbre por el covid es el común denominador de la economía mundial. Eso, y el crecimiento de los precios, que en Aragón ya han escalado hasta el 3,2%, el doble que los salarios pactados en convenio hasta el mes de julio (1,6%).