Viernes 13 de agosto en la estación de Delicias de Zaragoza. Con la maleta o la mochila a cuestas. En tren o en autobús. Destinos variados y con finalidades muy diferentes. Zaragozanos y visitantes emprendían o continuaban sus días de vacaciones con motivo del puente de la Asunción.

José Carlos Sierra aguarda en la zona de espera al tren que le traslade hasta Valladolid, donde permanecerá estos días festivos. "Aprovecho para ver a mi hermana y los amigos que tengo allí", comenta Sierra, quien ha planificado con un par de semanas de antelación este viaje. Después de mucho tiempo sin viajar, acoge con ilusión estos días: "¿Ya tocaba un poco, no"»

María Santos está en Zaragoza de paso. Desde Jaén marchó hasta Tudela a finales del mes de julio para "huir del calor", y ahora viaja hasta Cartagena, donde pasará tres días. En el norte se siente "más tranquila", porque la gente respeta más las restricciones que en otros sitios como "Mallorca o Andalucía", donde la gente "solo lleva las mascarilla en los interiores".

Otros optan por la playa como destino de vacaciones. Es el caso de Fidel Vicente, que a las 11.16 horas y «con un poco de retraso» cogía el tren que le llevaba hasta Salou. "Me voy a la playa, al apartamento de mi hermana. Es la tercera vez que viajo allí este verano, y estaré de cinco a seis días", explica Fidel. Él es prudente en el tema covid: "Suelo salir temprano del apartamento. Me doy mi caminata, luego un bañico en la playa. Y cuando empieza a bajar todo el mundo, me voy a almorzar y a la piscina. Las salidas nocturnas ya no son para mí", comenta entre risas.

También los hay que plantean su viaje como un reto personal. Es el caso de José María Garcés, que hace dos años sufrió un ictus que le ha impedido salir de casa durante este tiempo, donde ha permanecido haciendo rehabilitación: "He vuelto a nacer; afortunadamente estoy vivo y puedo andar". Garcés retoma su habitual viaje por la zona norte de España: Zarautz, Mundaca, Santander, Comillas y el parque de las dunas de Oyambre. Allí practicará senderismo, porque "hay muchos emplazamientos y muy bonitos para seguir rutas". "Me marcho para probar, en cierta manera. Si la experiencia es positiva, me atrevería con la Peña Guara, que es de donde soy", señala José María.