No hay tiempo de que se apaguen los rescoldos en el Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón. Comenzaron la pasada semana a cuenta del operativo de la lucha contra los incendios forestales en la comunidad, cuando el consejero Joaquín Olona volvió a desautorizar a su director general de Medio Natural, Diego Bayona (Podemos), que prendió un fuego que Maru Díaz no permitió que se apagase reclamando a su socio que cumpliese los acuerdos de Gobierno y concluyó con el anuncio de huelga en Sarga, la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental. Por el camino se han ido conociendo otras quejas y protestas. Por ejemplo, la que dejó CHA este fin de semana al rechazar la decisión de la misma dirección, que incluye la Gestión Forestal, de trasladar el operativo contra incendios de Benabarre a Graus.

Este partido estima que el cambio «supone un problema para el territorio» y si bien es necesario mejorar las instalaciones actuales en Benabarre, que requiere de servicios básicos, como baños, esto «no puede utilizarse como excusa para su traslado», esgrimió el portavoz de CHA-Benabarre, José Antonio Pueyo, que advirtió que con el cambio propuesto el tiempo de respuesta, dada la orografía de la zona, «sería mayor» lo que supondría «empeorar el servicio de intervención ante un posible incendio».

«Estamos en el entorno de un territorio tan frágil y sensible como el Pirineo, específicamente la zona la sierra de Mongay, por lo que es necesario aumentar, si cabe, todas las medidas preventivas que contribuyan a preservarlo de cualquier contingencia», enfatizó Pueyo, que cree que este tipo de decisiones «perjudica las posibilidades de asentamiento al personal afectado en el lugar donde estaban desarrollando su actividad hasta la fecha».

Según CHA, las críticas que se están produciendo a esta reorganización se deben «a que en política siempre es necesario tomar este tipo de decisiones de acuerdo con el territorio afectado, basándose en una negociación con los ayuntamientos y demás entidades o personas afectadas, con el fin de tratar de llegar a un acuerdo, basado en el diálogo y el consenso».

Esta queja se suma a la formulada recientemente por el cambio de ubicación del conocido como retén Ordesa, ubicado también en el Pirineo, dentro del proceso de reordenación de estas cuadrillas y que también está generando críticas en otros lugares como las Cinco Villas o diversas comarcas turolenses.