La empresa Capital Energy, a través de su filial Green Capital Power, ha iniciado los trámites para obtener las autorizaciones ambientales que le permitan hacer realidad el macroproyecto eólico que la compañía quiere ubicar en diez localidades aragonesas, la mayoría de ellas pertenecientes a la comarca turolense del Matarraña, pero también hay varios municipios del Bajo Aragón y de Bajo Aragón-Caspe. Se trata de una inversión dividida en cuatro parques que suman un total de 84 aerogeneradores y 504 megavatios (MW) de potencia, energía suficiente para abastecer a 783.000 personas. La empresa, que ha emergido en los últimos años como uno de los principales promotores de energías renovables en España, ha presentado sus planes al Ministerio para la Transición Ecológica, que los ha admitido a tramite, según avanzó el lunes el periódico La Comarca.

Diez localidades afectadas

La propia empresa ha informado recientemente por carta a los ayuntamientos de los municipios donde se ubicarán los molinos de viento sobre los pasos dados para su construcción. En concreto, los proyectos atañen a las localidades de La Portellada, Ráfales, La Fresneda, Fórnoles, Valdeltormo, Mazaleón, Valjunquera, Valdealgorfa, Fabara y Maella.

En la misiva, enviada el pasado 9 de agosto, la sociedad promotora afirma que el ministerio «ha admitido a trámite» los proyectos, que en las próximas fechas deberán salir a exposición pública para la obtención de la autorización administrativa previa y la declaración de impacto ambiental, algo que se anunciará a través del Boletín Oficial del Estado (BOE).

Por ello, Capital Energy insta a los consistorios afectados a «establecer» un canal de comunicación para «resolver las dudas, comentarios o inquietudes» que pueden generar estas actuaciones. La empresa también propone llevar a cabo un «breve encuentro informativo» en cada uno de los municipios. Todo ello, recalcan desde la compañía, con la voluntad de establecer «una comunicación abierta y periódica» dentro de las cuales los municipios participarán «como actores relevantes».

Los proyectos están siendo tramitados ante el Gobierno de España por superar los 50 MW de potencia, ya que la DGA solo es competente en las instalaciones que se sitúan por debajo de esa cifra. El mayor de los cuatro parques eólicos propuestos se denomina Paucali, ya que acogería 32 de los 84 aerogeneradores. El de Céfiro estaría integrado por 19 molinos, mientras que los de Arlo y Argestes contarían con 17 y 16, respectivamente.

Aragón, territorio clave

Capital Energy fue la gran vencedora de la última subasta renovable celebrada en enero, en la que se adjudicaron 620 MW de eólica. Aragón es uno de los territorios clave para esta compañía, que tiene aquí casi 2.000 megavatios verdes en desarrollo.

La instalación de estos molinos viene cargada de polémica, al igual que está ocurriendo con otros proyectos renovables de la provincia de Teruel, sobre todo los que impulsa Forestalia en el Maestrazgo. La práctica totalidad de los ayuntamientos afectados por estos parques han aprobado en los últimos meses declaraciones en las que solicitan al Ministerio de Transición Ecológica y al Gobierno de Aragón una moratoria de, al menos, dos años para examinar en profundidad todos los aspectos que conllevan estas instalaciones.

Este posicionamiento receloso con las plantas renovables es compartido por el consejo comarcal del Matarraña, que a principios de año acordó por unanimidad de sus 19 consejeros (de PSOE, PP, PAR y CHA) pedir la paralización del proyecto de la compañía Capital Energy. Entre los motivos aducidos en este rechazo figura que las inversiones propuestas incumplen las directrices comarcales de 2008.

Desde Capital Energy destacaron ayer «el firme compromiso» de la empresa para lograr que los proyectos en los que participa la misma tengan «un efecto tractor y creen valor socioeconómico» en los territorios, con «empleo estable y de calidad». «Siempre estamos abiertos a escuchar alegaciones coherentes y sensatas, y a incorporarlas a nuestros planes», agregaron desde esta compañía energética con sede en Madrid.

LAS RENOVABLES TENSIONAN TERUEL

La proliferación de grandes proyectos para desplegar molinos de viento y placas solares en la provincia de Teruel está haciendo saltar chispas en numerosos municipios, con sentimientos encontrados a favor y contra de las instalaciones. De un tiempo a esta parte, las llamadas energías verdes han perdido en muchos casos la alfombra roja con que estas inversiones eran recibidas en los territorios al entrar en colisión con los intereses económicos de otros sectores, como el turismo o la agricultura, lo que ha engrosado un nutrido frente de detractores que aducen razones medioambientales y sociales en su oposición a estas infraestructuras de generación eléctrica.

En algunos pueblos, los parques eólicos y fotovoltaicos son recibidos con los brazos abiertos por los recursos económicos y los puestos de trabajo que generan, en otros el rechazo social es creciente y trasciende las trincheras de los grupos ecologistas. La contestación y los recelos han cristalizado en diversas convocatorias de protestas que se han llevando a cabo en el último año.

Los que se oponen a estas millonarias inversiones se concentran en las comarcas más vinculadas al turismo, como el Maestrazgo o el Matarraña. Allí los aerogeneradores son vistos por muchos como mastodontes de más de 50 metros de altura que ponen en peligro el atractivo paisajístico y natural de sus territorios.

A nivel político, Teruel Existe ha capitaneado el rechazo a los grandes proyectos renovables que han emergido como setas por el sur de Aragón. La mayor movilización organizada hasta ahora tuvo lugar en abril, con una caravana de vehículos que recorrió buena parte de la provincia bajo el lema Por el futuro de Teruel. Renovables sí, pero así, no. Otro actor relevante en contra de estas inversiones es la plataforma a favor de los paisajes de Teruel, que está presentando alegaciones a todos los «megaproyectos». La batalla está servida.