El histórico balneario Sicilia, situado en el municipio zaragozano de Jaraba, ha vuelto abrir sus puertas hace poco más de dos semanas tras haber permanecido cerrado 14 meses a causa de la pandemia. El emblemático establecimiento, de cuatro estrellas y 120 habitaciones, retomó su actividad el pasado 30 de julio. La reapertura permitió la reincorporación del 60% de los algo más de 100 trabajadores que tiene, con la expectativa de que progresivamente vaya saliendo del erte el resto de la plantilla del complejo termal.

«No pensábamos que la respuesta iba a ser tan buena, pero se han superado las expectativas», aseguró Montse Sánchez, responsable de relaciones públicas de este centenario balneario, cuyo origen se remonta al año 1860. En realidad, la intención era que abriera unas semanas antes, pero se esteban llevando a cabo obras de reparación de los daños que provocó la borrasca Filomena el pasado enero, así como una puesta a punto de las instalaciones tras su largo letargo.

La ocupación se ha situado entre el 70% y el 90% desde que han regresado los huéspedes. «Son unas cifras muy altas que nos han sorprendido gratamente», subrayaron desde la empresa, que atribuyeron esta buena acogida a la «clientela fiel» que atesora el establecimiento.

También ha podido ayudar la predilección de los turistas por este tipo de destinos en el momento actual de pandemia. «El balneario ofrece lo que casi todos buscamos ahora cuando vamos a viajar: un sitio no masificado, con instalaciones amplias, mucha ventilación, zonas verdes y al aire libre... Todos necesitamos salir y desconectar», subrayó Sánchez.

Serón sigue cerrado

«Hemos hecho un esfuerzo importante y esperamos que ahora que hemos cogido carrerilla, podamos seguir así de bien en los próximos meses», confió. Ello dependerá en gran medida de la vuelta de los viajes del Imserso, que previsiblemente debería de producirse en octubre, pero no hay nada cerrado. Al margen de lo que ocurra, Sicilia prepara sus propios programas de descuentos para los mayores, con el lanzamiento a partir de septiembre de paquetes termales y tratamientos para estancias de tres a cinco días.

El centro no llegó a funcionar el pasado verano a pesar los intentos que se hicieron. «Valoramos la apertura pero no nos atrevimos viendo cómo estaban las cosas entonces. Era difícil poner en marcha toda la instalación sin tener clara cuál iba a ser la respuesta. Este año lo situación ha sido muy distinta», apuntó. El turismo nacional es predominante en este destino termal, siendo los madrileños y los propios aragoneses sus principales clientes.

La empresa familiar que gestiona el centro cuenta con otro balneario en Jaraba, el de Serón, que sigue cerrado. La previsión es que siga en esta situación hasta el final de la temporada salvo que se produzca una vuelta «rápida» del programa del Imserso. «Hay que ser cautos. De momento, apostamos fuerte por Sicilia», señaló la portavoz de la compañía.