Las bodegas aragonesas se recuperan poco a poco de las heridas que la pandemia ha dejado tras de sí en sus cuentas de resultados. El sector está logrando remontar las ventas tras un 2020 en el que se resintieron con fuerza, sobre todo por el desplome de la demanda del sector de la hostelería, que fue paliado en parte por el mayor consumo en el hogar. En el primer semestre del año, estas empresas han incrementado un 11,7% el volumen de exportación, hasta los 52 millones de euros, es decir, casi 6 millones más respecto a los 46,5 alcanzados en el mismo periodo de ejercicio anterior, según las últimas estadísticas disponibles sobre comercio exterior del Ministerio de Industria, que incluyen abarcan productos como los espumosos, el vermú o el mosto.

Con estas cifras, el negocio exterior del sector vinícola de la comunidad recupera los niveles previos a la pandemia, igualando los volúmenes de 2019 (52,3 millones), aunque por debajo todavía de los números registrados en los tres ejercicios precedentes: 58,9 millones en 2018; 58,7 en 2017; 54,6 en 2016 y 54,7 en 2015.

En el conjunto de 2020, las exportaciones aragonesas de vino se situaron en los 105,3 millones de euros, el valor más bajo de los últimos ocho años –desde 2012–, lo que supuso un retroceso interanual del 7% respecto a los 113,2 millones de 2019.

La comercialización en terceros países representa la mayor parte de la facturación de esta bebida alcohólica, sobre todo en las producciones de calidad. Para las denominaciones de origen de Cariñena, Campo de Borja y Calatayud tienen un perfil muy exportador, al suponer entre el 65% y el 80% de su negocio. La única demarcación vitivinícola aragonesa que se sale de esta regla es la del Somontano, más volcada en el mercado nacional. Aun así, sus ventas fuera también tienen un importante peso, con un porcentaje del 30% en 2020.

Las ventas de vino en España cayeron un 34% el año del coronavirus. Aunque la compra de vino se disparó un 25% en el canal alimentación (supermercados), esta tendencia no evitó un descenso de los ingresos de este producto, según datos de Euromonitor. A escala mundial, la bajada fue el 14,2%, siendo las categorías de espumosos (-11,21%) y de vinos fortificados (-14,39%) los más afectados por la crisis del covid-19, indican los datos de un informe de EAE Business School.

Como resultados de estos indicadores, las bodegas españolas sufrieron un recorte medio de ventas del 25%, aunque este impacto fue algo más atenuado en las denominaciones de Aragón por su marcado perfil exportador.

Ayudas para promoción

Para mejorar su promoción, los consejos reguladores de estas entidades cuenta precisamente ahora con unas ayudas extraordinarias. El Gobierno de Aragón ha lanzado una convocatoria de subvenciones con este fin por un importe total de 3,2 millones de euros, a la que pueden optar otras denominaciones y marcas de calidad alimentaria o producción Ecológica. El objetivo es mejorar las posibilidades de comercialización de estos productos para aumentar la rentabilidad de las explotaciones, y reforzar al tiempo el tejido productivo en el ámbito rural

La cuantía global tendrá una distribución plurianual para actividades realizadas desde la presentación de la solicitud –el plazo finaliza el próximo 15 de septiembre– hasta el 31 de marzo de 2023. Se trata de una cifra de ayuda sin precedentes. La financiación procede de los fondos adicionales del instrumento de recuperación de la Unión Europea, destinados a medidas para hacer frente al impacto de la crisis del covid-19.

De esta forma, se refuerza la campaña Aragón, alimentos nobles, que a su vez cuenta con 1,5 millones para acciones de promoción en el punto de venta y un plan de medios nacional para el último cuatrimestre de 2021.

Las actividades subvencionables deben de resaltar las características o ventajas específicas de los productos, especialmente la calidad y los métodos de producción vinculados al régimen de calidad en el que operan. Las ayudas se destinarán a la organización y participación en ferias y exposiciones, publicidad y promoción a través de canales de comunicación y puntos de venta, misiones comerciales, formación o realización de estudios de mercado y de evaluación de impacto de las actividades.