Seguridad ciudadana
La Policía se siente «desbordada» para atajar los botellones en Aragón
Los sindicatos alegan que es «imposible» intervenir las reuniones con pocos agentes // Los profesionales de Jaca ya advirtieron «al principio del verano» del riesgo que había

Varios agentes intervienen un botellón, en una plaza de Zaragoza. | EL PERIÓDICO / EL PERIÓDICO
A. Lahoz / C. Gomar
La falta de policías y la merma de las plantillas en Aragón por las vacaciones de verano hacen inviable su actuación «por seguridad» contra los botellones que puedan darse estos fines de semana en la comunidad. Todos los sindicatos del sector coinciden en una carencia «generalizada» de recursos humanos, pero en el caso de Jaca, donde el pasado sábado un macrobotellón en las inmediaciones de la Ciudadela hizo saltar las alarmas y generó malestar entre los vecinos, los agentes se muestran contundentes: «Aquí no hay policía local por las noches. Ya avisamos a principio de verano de lo que podía pasar y de que necesitábamos un refuerzo que nunca llegó. Esto era la crónica de una muerte anunciada», explicaba este lunes a este diario Ibon Domínguez, portavoz del sindicato Jupol en Jaca.
«Estamos hablando de una localidad que tiene 60.000 personas en verano, en plena temporada alta y que no tiene ni uvi móvil. Por las noches estamos sobrecargados porque además de actuaciones policiales hacemos servicios humanitarios», añadió. Dos patrullas (cuatro agentes) estaban de servicio el pasado sábado en el municipio altoaragonés (que el pasado martes salió del toque de queda), «pero mínimo tendría que haber el doble», aseguró Domínguez. Tras el «ruido mediático» generado por el macrobotellon, el próximo fin de semana se va a reforzar la vigilancia. «Es un parche que llega a finales de agosto, cuando ya no habrá aquí tanta gente. Como siempre, las cosas tarde y mal», lamentó.
Sanciones inviables
Desde la Asociación de Empresarios de Comercio y Servicios de la Jacetania (Acomseja) pidieron a la DGA que amplíe los horarios en el ocio nocturno para evitar los botellones. Una medida que, por el momento, no se contempla. Los vecinos de la localidad altoaragonesa mostraron su malestar por el ruido y llamaron a la Policía, pero la reunión de jóvenes se alargó hasta la madrugada. «Si estamos en una urgencia, no podemos acudir y, en absoluto, intervenir. Lo único que podemos hacer es disolverlo, pero proponer sanciones es inviable», explicó Domínguez.
En el resto de Aragón sucede lo mismo por la falta de agentes, pero también de medios materiales en algunos casos. «Las unidades de seguridad ciudadana no tienen material antidisturbios. Ni escudos ni cascos de protección», según fuentes del sindicato Jucil en Huesca. Además, el hecho de estar en inferioridad en una situación de reunión al aire libre se les puede volver en contra por el «efecto rebaño» entre los jóvenes. «Normalmente, cuando paras a una persona responde bien, pero juntos se hacen fuertes. Es más difícil dialogar y mediar. Sin efectivos suficientes no se puede desalojar porque podría haber problemas», señalaron desde un sindicato policial de Zaragoza. Lo primero que hacen los agentes en un botellón es «valorar el daño que se está produciendo y el que se puede producir» y, a partir de ahí, analizar la situación. «Es complicado gestionarlo, pero debe primar la conciencia ciudadana», señalaron desde Jucil.
La dispersión geográfica que tiene Aragón, además, tampoco ayuda a una rápida intervención en los botellones que, en muchos casos, se están celebrando en propiedades privadas. «Hay muchos kilómetros que recorrer y otras urgencias que atender. Si te llama un vecino porque hay gente haciendo una fiesta, no puedes entrar en su propiedad privada salvo que sea un delito mayor. Cuando llegas, se callan. Lo que hacemos a veces, si son bares o locales, es esperar a su salida en la calle y entonces denunciarles», apuntaron desde Jucil Huesca.
Normativa muy ambigua
En la provincia de Huesca hay 980 agentes y las plazas son 1.100, mientras que el déficit en la provincia de Zaragoza es de 200 policías. En la capital, en estos momentos, no hay intervenciones por macrobotellones porque apenas se reúnen entre 5 y 6 personas, según fuentes de la Unidad de Apoyo Policial Operativo (UAPO).
En Teruel, en pleno verano y con las vacaciones de por medio «el 66% de la plantilla» está mermada, según dijo Cristóbal Soria, portavoz en Teruel de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). «En las localidades donde no hay policía local acude la Guardia Civil. Llegamos hasta donde podemos, pero también nos topamos con unas instrucciones que no son claras por parte de Subdelegación de Gobierno», añadió Soria, «La normativa es ambigua para iniciar un procedimiento sancionador», dijo.
En Teruel «no hay excesivos botellones», señaló el portavoz, quien sí reclamó que faciliten a la Guardia Civil «de una vez por todas» los test de drogas. «Si las patrullas de seguridad ciudadana llevaran estos famosos drogotest, se ganaría efectividad y rapidez en los controles y en las sanciones», recalcó.
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