No ha esperado Javier Lambán a la llegada del otoño para despejar cualquier incertidumbre que se pudiese imaginar en el entorno del PSOE aragonés, que sigue con un líder indiscutible. Dado que se descarta casi al 100% que alguien presente una lista alternativa, el anuncio del presidente de seguir al frente del partido sirve para mantener el clima de paz no solo en la formación socialista, sino en el equilibrio de fuerzas sobre el que se sostiene el Gobierno de Aragón, la cogobernanza de la que tanto le gusta presumir al presidente de la comunidad. Lambán reflexionó ayer sobre el presente pero también sobre el futuro, cuya frontera situó más allá de las elecciones de 2023: en 2027.

La cita del comité socialista del último viernes de agosto en Zaragoza se esperaba sobre todo para conocer la fecha en la que se celebrará el decimoséptimo congreso regional (6 y 7 de noviembre), fin de semana en el que se debe decidir quién presidirá el PSOE de Aragón los próximos años. A Javier Lambán le habían preguntado repetidamente en los últimos meses si se iba a presentar a la reelección, sobre todo por aquello de tener en cuenta la enfermedad que dio a conocer el pasado febrero. Sus respuestas, bien parecidas, se resumen fácil: más adelante.

El propio presidente admitió que tenía que despejar algunas incógnitas. Lo ha hecho ya. Ayer, cerrando el discurso que abrió la tarde en el salón de actos de la Ciudad Escolar Pignatelli, anunció que la semana que viene presentará su candidatura a la Secretaría General del PSOE en la comunidad, cargo que actualmente ostenta y que tratará de revalidar en el congreso regional que el partido celebrará en noviembre.

Queda Lambán para rato, vino a decir el secretario general, después de confesar que había guardado un periodo de reflexión y consultas. «Llevo meses viendo la vida desde una perspectiva distinta, sin la fuerza física que va quitando el paso de los años pero con algo más de sabiduría y sentido común. Me he planteado lo que tenía que hacer, no por mí sino por si sería un problema o una solución para el partido, al que espero serle útil».

Además, «y aunque sé que no son unas Primarias», Lambán contó que durante las últimas semanas había estado hablando con muchos militantes. Y después de escucharles a ellos y a mi conciencia, he llegado a la conclusión de presentar mi candidatura», dijo el jefe del Ejecutivo, que dibujó un buen presente y un futuro mejor para Aragón. «Yo no me lanzaría a ninguna aventura sin saber que cuento con el respaldo lo más amplio posible para llevarlo a cabo», remarcó el presidente, que considera que se atraviesa un momento «determinante» en el desarrollo de la legislatura, tanto en Aragón «como a nivel nacional».

El análisis del presente lo comenzó Lambán con una loa al Gobierno de Sánchez, del que aseguró estar «convencido» de que va a seguir «dando la talla» y cumpliendo su programa electoral a pesar de la «geometría parlamentaria que hay en Madrid, absolutamente endiablada».

Ahí puso como ejemplo cuestiones como la subida del Salario Mínimo Interprofesional que prepara el Gobierno o la gestión de la pandemia, con medidas derivadas como los ertes o los créditos ICO. «Estamos recuperando cifras de empleo y de riqueza muy similares a las que existían antes de la explosión de la pandemia. Y lo hacemos frente a los agoreros, fundamentalmente del Partido Popular, que demuestran su patriotismo deseando fuera y dentro de España lo peor para el país» ante la que Sánchez «está dando la talla en materia de política internacional», explicó tras considerar «absolutamente admirable» la gestión del presidente con la crisis de Afganistán.

El valor de la relación entre gobiernos

Javier Lambán resaltó el valor de la relación del Ejecutivo central con la comunidad, subrayando que se merece «un aplauso», para lo que utilizó ejemplos como la licitación del proyecto para el tramo de la A-68 entre El Regallo y Alcañiz, que se dio a conocer este jueves, o las políticas «hidráulicas y de regadíos» que trabajan con la ministra Teresa Ribera «de manera muy satisfactoria». Además, consideró «motivo de celebración» que la aragonesa Pilar Alegría se siente en el Consejo de Ministros, algo «que refuerza esa conexión que debe existir entre dos gobiernos socialdemócratas que defienden los mismos intereses».

De vuelta a casa, el jefe de los socialistas aragoneses reconoció que la situación parlamentaria es «más sencilla de gestionar» que en el Congreso de los Diputados, si bien recordó que «a priori, no parecía sencillo hacer funcionar un gobierno formado por cuatro partidos políticos de orientación ideológica tan distinta». Sin embargo, «lo hemos logrado y eso tenemos que empezar a valorarlo de una manera muy especial de cara al futuro que en el próximo congreso tenemos que planificar».

La lectura económica también es satisfactoria debido a que los datos «son bastante esperanzadores en general», ya que «todos los indicadores demuestran la salud» de la comunidad, que tiene «mejores números» que en el conjunto de España. «Algo tendrá que ver este Ejecutivo y la cogobernanza transversal», afirmó el presidente, que enfatizó que aquí todas las ideologías «tienen algo que aportar» e insistió en que el pacto se está convirtiendo en «seña de identidad de la comunidad», un rasgo identificativo que, según Lambán, «sitúa cada vez con más fuerza en el centro de las aspiraciones de los intereses de empresas de dentro y fuera de España, que ven Aragón como un lugar formidable para invertir».

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Dejó para el final el proceso congresual que ahora se abre, que Lambán cree que, «salvo imprevistos», se desarrollará en un ambiente de «paz interna», donde el trabajo se centrará en el debate de las ideas y en el futuro del proyecto político de la organización, que debe sostenerse sobre dos pilares, desde el punto de visto ideológico y político: la socialdemocracia y el aragonesismo. 

«Lo que siempre nos ha caracterizado es la redistribución de la riqueza, pero para eso primero hay que crearla. Un partido socialdemócrata tiene que apostar por un crecimiento «solidario» que piense en las próximas generaciones, por lo que debe ser «sostenible», dijo Lambán, que introdujo así su conocida apuesta por un Aragón social, verde y digital. «En el fondo, eso es exactamente lo que siempre ha hecho el socialismo. Cuando hablamos de crecimiento, debemos pensar en el crecimiento social, en que se distribuya en el conjunto de la sociedad». Sobre el aragonesismo, el presidente concluyó que tanto el Estatuto de Autonomía, como el autogobierno y las instituciones «deben ser los elementos medulares» del proyecto político, «las herramientas fundamentales de él».