En pleno debate sobre el incremento incesante del recibo de la luz en España, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha apostado por la creación de comunidades energéticas locales que permitan ahorrar hasta un 60% del coste de la electricidad al crear «circuitos propios» que conecten directamente a los productores con los ayuntamientos y los usuarios en las zonas productoras de energías renovables, como es el caso de Aragón. Un planteamiento que el jefe del Ejecutivo autonómico ha trasladado a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico del Gobierno de España, Teresa Ribera, que le recibió en la sede de su ministerio, en Madrid, en una cita que no figuraba en la agenda oficial del Gobierno de Aragón. Un encuentro «fructífero y cordial», resumió el presidente, en el que se habló, sobre todo, de transición justa y del desarrollo de las energías renovables.

Sobre la mesa del ministerio se han tratado dos asuntos que levantan ampollas en el territorio y que llevan meses motivando las protestas de los afectados, que exigen una planificación en el desarrollo de los parques eólicos y fotovoltaicos, y que reclaman la llegada de los anunciados proyectos de transición justa para las zonas que ya no viven del carbón. La de hoy con Ribera ha sido la primera reunión del presidente aragonés con un miembro del Gabinete de Sánchez desde la revolución vivida el pasado julio y también la primera cita oficial y pública desde que la ministra visitara Andorra, en de 2019, y fuera recibida entre abucheos por el cierre de la térmica.

El presidente aragonés le ha planteado a la ministra la creación de comunidades energéticas locales que permitan ahorrar hasta un 60% en el coste de la energía, tal y como prevé el decreto 23/2020 del 23 de junio sobre medidas en materia energética y para la reactivación económica. El Gobierno autonómico ya tiene definidos dos proyectos, uno en Andorra y otro en Platea, para los que el plazo de alegaciones concluye el 14 de septiembre. «No querríamos que nos pasara como a mediados del siglo XX, cuando para industrializar Cataluña se llenó de embalses y saltos eléctricos el Pirineo. No querríamos que con nuestro cierzo, nuestro bochorno y nuestro sol se industrializaran regiones aledañas a Aragón y que esos recursos de renovables no beneficiaran a los usuarios y empresas aragonesas», ha recalcado.

«Queremos que el cierzo y el sol, las energías renovables donde tenemos posiciones de liderazgo reviertan en mejores condiciones para los aragoneses y las empresas que aquí se instalen», ha dicho. Con las comunidades energéticas locales, se plantea la «agrupación de los productores de molinos o placas fotovoltaicas con los ayuntamientos y las empresas, creando un circuito propio fuera de la red eléctrica nacional, que les suponga reducciones del precio de la energía de hasta un 50 y un 60%». La iniciativa, ha defendido Lambán, «nos reforzaría como comunidad atractiva para las inversiones».

Por otro lado, el Ministerio para la Transición Justa sigue trabajando en el futuro de las centrales hidroeléctricas, dado que en este tiempo caducan varias concesiones y la gestión de las mismas pasa al Estado. «La intención de la ministra es que esos saltos hidroeléctricos pasen a beneficiar directamente a los municipios que en su día resultaron afectados por los embalses que dieron lugar a estos saltos», ha asegurado Lambán, lo que supondría cumplir, por fin, las reivindicaciones del territorio que denuncia las escasas contraprestaciones de tener saltos hidroeléctricos en su término municipal.