La localidad ejeana de Farasdués ha sido la último testigo de una exhumación de una fosa común en Aragón. El pasado sábado, el grupo de arqueólogos e historiadores que buscaban a dos víctimas ejecutadas por disparos fascistas lograron desenterrar lo que quedaba de sus cuerpos después de 85 años olvidados bajo tierra.

Los huesos corresponden a dos hombres de 32 y 52 años asesinados en Farasdués el 25 de agosto de 1936, cuyos nombres todavía se desconocen. «Muy probablemente provenían de algún pueblo de las Cinco Villas, pues no parece que pasaran por la cárcel de Ejea», explica Javier Ruiz, uno de los arqueólogos que desempeñan los trabajos de recuperación. Ambos ejecutados están todavía sin identificar, pues en el auto donde quedó registrado el fusilamiento aparece lugar y fecha, pero no las identidades de los asesinados. Por este motivo, los investigadores solicitan la colaboración ciudadana para poner nombre a los dos varones.

«Esta fosa estaba ya localizada desde el año pasado, pero no la pudimos exhumar», asevera Ruiz, miembro del equipo técnico que desde el año 2012 ha trabajado en más de una treintena de intervenciones en fosas comunes de la guerra civil y la posguerra en Aragón.

18 personas fusiladas, exhumadas en 2020

Con este hallazgo se inaugura la segunda fase de la búsqueda de nuevas fosas en el cementerio de Farasdués, que comenzó el pasado martes 30 de agosto. Durante lo que queda de 2021 se trabajará en localizar «tres o cuatro sepulturas más» que todavía quedan por hallar, además de llevar a cabo el estudio genético de las 18 víctimas que fueron exhumadas en 2020.

A finales del año pasado ya se llevó a cabo una primera campaña por la recuperación de víctimas que reposaban en fosas en Farasdués sin más sepultura que la tierra sin nombre. En primer lugar, se logró recuperar los restos de diez mujeres de Uncastillo asesinadas el 31 de agosto de 1936 por balas falangistas. También se halló un agujero que contenía los huesos de un grupo de hombres ejecutados el 8 de septiembre de 1936, presos en la cárcel de partido de Ejea de los Caballeros.

Los trabajos han sido promovidos por el Colectivo de Historia y Arqueología Memorialista Aragonesa (Chama) y por la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, entre otras organizaciones.