Estos días 7 y 8 de septiembre se celebra en la Cámara de Comercio de Zaragoza el I Salón del Proveedor de Aragón, evento organizado por Alcampo y la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón donde más de 80 proveedores locales se han dado cita para situar sus productos en los lineales de una de las cadenas de hipermercados con mayor presencia en todo el territorio nacional y conseguir más visibilidad. Y es esto último, precisamente, en lo que coincide todo el que se acerca por las mesas repartidas por el zaguán del edificio: es necesario colocar el género aragonés en el escaparate nacional e internacional.

"Los productos aragoneses necesitan darse a conocer. Somos muy temerosos para salir fuera de la comunidad porque eso implica asumir riesgos", afirma Sergio Bernabéu, uno de los responsables de la cadena de supermercados Alcampo mientras escucha las explicaciones de una pareja de proveedores. "Tenemos un género que obtiene premios de forma constante por su calidad, pero somos demasiado conservadores a la hora del negocio", expone Bernabéu.

Sentadas en frente suyo, Blanca y María Carmen Rodríguez, procedentes de Fuendejalón y dueñas de Rodi Gourmet, le muestran uno de sus productos. "Es la sal Al Aroma del Moncayo, que se ha vendido muy bien en nuestra página web durante la pandemia", le dicen al responsable. La reunión parece que se solventa con un principio de acuerdo, pues la cadena no cuenta "con ningún producto similar". La conversación lleva a las dos partes a una conclusión: "El cliente aragonés va buscando los productos locales, por lo que demanda hay. Lo que debemos hacer es exportarla a los niveles superiores".

Cerca de ellas, Javier Hernández, gerente de Profesionales de la Carne, se levanta de la mesa del sector cárnico junto a su hijo tras finalizar la reunión. "Aragón es una potencia agroalimentaria, dado que aquí tenemos muy buenos ganaderos. Sin embargo, tenemos que creernos un poco más nuestro producto para poder venderlo fuera de la comunidad", sentencian. Además, comentan que el sector agroalimentario no ha sufrido el envite de la pandemia, dada la necesidad de seguir consumiendo alimentos, aunque sí han acusado el retroceso de la hostelería como proveedores de este sector.