El ministerio público solicitó ayer en la Audiencia de Zaragoza entre dos y 13 años de cárcel para tres personas acusadas de una serie de delitos que incluía el supuesto robo en una casa habitada y la sustracción de un tobogán y un cabezudo. La fiscala mantuvo en la vista oral que S. V. A., M. A. C. M. y B. L. A. entraron a robar, entre octubre y noviembre del pasado año, a una casa de la urbanización Virgen de la Columna, en El Burgo de Ebro, cuyo propietario no fue a declarar al juicio, lo que estuvo a punto de provocar su suspensión.

Todos los acusados, defendidos por los letrados Carlos Castillo y Olga Cerezo, negaron su participación en los hechos y uno de ellos se refirió a que el dueño de la vivienda le debía dinero tras comprarle un vehículo y prestarle cierta cantidad de dinero.

El ministerio público señaló que los acusados intimidaron al propietario con una escopeta, un cuchillo y un bate de béisbol y les imputó, en función de su presunta intervención en los hechos, los delitos de tráfico de estupefacientes, extorsión, robo continuado en casa habitada, hurto y tenencia ilícita de armas.

S. V. A., el único de ellos acusado de la totalidad de los cargos, se enfrenta a 13 años y medio de prisión. En el registro de su domicilio se le intervino un alijo de droga, de ahí que se le considere responsable asimismo de un delito contra la salud pública.

Amenazas

Sin embargo, este imputado se acogió a su derecho a no declarar y trató de cambiar de letrado al comienzo de la vista oral, una petición que el presidente de la sala calificó de posible fraude procesal. Este hecho, y la ausencia del principal testigo de la acusación, estuvieron a punto de provocar la suspensión de la vista oral, que finalmente se celebró y que continuará el próximo lunes.

M. A. C. M. negó taxativamente las acusaciones, tanto el uso de un bate como la exigencia y el robo de dinero y otros objetos, desde un televisor a un maletín de herramientas. Alegó que algunos de los objetos supuestamente robados eran suyos.

En cuanto a B. L. A., la fiscala sostuvo que, según la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, en un momento dado exclamó: «Ahí es cuando te tendríamos que haber pegado un tiro», por lo que le imputó un delito de amenazas. La acusada negó haber pronunciado esta frase y dijo que el propietario de la vivienda les había engañado en un asunto de desahucio.

Curiosamente, entre los objetos robados figuraban un tobogán y un cabezudo que había en el parque de Bárboles, cerca de Alagón. Estos juegos ya fueron recuperados y el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Pardos, atestiguó que los hechos habían ocurrido en el mes de julio del 2020.

En la vista oral declararon como testigos igualmente los guardias civiles que habían intervenido en la investigación y posterior detención de los sospechosos. A uno de ellos, M. A. C. M., lo abordaron cuando estaba en el exterior del chalet, en actitud tranquila, para preguntarle por su presencia en ese lugar "porque era la época del confinamiento provincial".