Los tiempos de la pandemia han devuelto al terreno de juego la importancia de la solidaridad y la cooperación internacional. Los países desarrollados alcanzan poco a poco altas tasas de vacunación, mientras que los estados con menor capacidad económica se quedan rezagados en la inmunidad frente al virus y frente a la desigualdad a lo largo de todo el globo. Las ayudas a cooperación internacional no han experimentado un incremento notable, tampoco en Aragón, y las asociaciones de cooperante alzan la voz para reclamar «el cumplimiento de los compromisos» a las administraciones y una mayor «cultura solidaria» a los particulares. Es más, algunos de los donantes tradicionales para la cooperación al desarrollo han reducido sus partidas de ayuda, lo que merma la capacidad de ayuda de estas entidades y fomenta un debate político sobre la conveniencia de apoyar económicamente las zonas en riesgo de pobreza en tiempos inciertos para los países desarrollados.

Desde la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), organización que aglutina a 51 entidades de la comunidad, apelan directamente a las instituciones para que «cumplan los compromisos establecidos» con las directrices de la planificación de la cooperación aragonesa y al pacto contra la pobreza. Su vicepresidenta, Isabel Funes, insta a la clase política a «superar o trascender todas esas guerras internas y luchas que sobran en el debate sobre la ayuda a los países que están en situaciones de pobreza».

Funes incide además en que la sociedad está atravesando un momento de dudas con respecto a la cooperación internacional: «Hay mucha gente que dice: con la que está cayendo, ¿cómo vamos a invertir en cooperación? La colaboración y la imagen de las entidades se está viendo amenazada no solo por el tema económico, sino por un asunto de prestigio y cuestionamiento». No obstante, la vicepresidenta de la FAS subraya «la gran solidaridad» que la ciudadanía aragonesa muestra, sobre todo en las campañas de emergencias.

Además, desde la FAS señalan que en el año en el que el sistema de cooperación vive su reforma y a las puertas de los presupuestos generales para 2022, es «urgente salir de vagón de cola de la cooperación en Europa». «El Gobierno debe garantizar el camino hacia el 0,5% para final de legislatura y demostrar, de este modo, que sus compromisos se cumplen», afirman en un comunicado.

Fondos autonómicos

Respecto a las instituciones autonómicas, la DGA anunció a finales de agosto que invertirá 5,3 millones de euros que se destinarán a 59 proyectos de cooperación internacional durante este año y el próximo 2022. Esta cifra supone un incremento del 51% de las ayudas a los programas apoyados desde el Ejecutivo autonómico respecto a la última convocatoria, la aprobada en diciembre del año pasado, y llevará la ayuda aragonesa hasta países de Iberoamérica, del África subsahariana y algunos otros de Asia, como Filipinas. De este modo, el Gobierno autonómico aumenta la financiación que otorga a estas iniciativas en casi dos millones de euros, dado que entre 2020 y 2021 la partida destinada a esta clase de programas fue de 3,5 millones de euros repartidos entre 39 iniciativas.

En concreto, hasta 19 países se benefician de la cooperación aragonesa: Mozambique, Chad, Etiopía, Guatemala, Nicaragua, Congo-República Democrática, Ecuador, Bolivia, Senegal, El Salvador, Tanzania, Colombia, República Dominicana, Honduras, territorios administrados por la Autoridad Palestina, Mauritania, Mali, Líbano y Argelia.

Sin embargo, y aunque no hay un retroceso en la financiación, desde la Federación Aragonesa de Solidaridad piden que esta aumente hasta las cifras que se acordaron en la Alianza aragonesa contra la pobreza. Además, recuerdan que los Ayuntamientos de Zaragoza y Huesca han reducido a la mitad las partidas de Cooperación al Desarrollo.

Para concluir, desde la agrupación de asociaciones de solidaridad resaltan que la cooperación es «más importante que nunca». «Somos todos parte del problema y de la solución. A todos nos irá mejor si nos implicamos en estos conflictos», sentencia Isabel Funes, vicepresidenta de la FAS.