Vivir es, a cada día que pasa, más caro para los aragoneses al igual que para el resto de españoles. Se ha fijado una constante para la que nadie encuentra freno. La inflación de los precios de la electricidad, de los transportes (y el combustible) e incluso de las bebidas azucaradas y de la fruta han provocado en Aragón un incremento del coste de los productos este agosto del 3,7% respecto al mismo mes de 2020. En la comparación con el pasado mes de julio, no obstante, la subida es del 0,5%, para encadenar seis mensualidades consecutivas sin abaratamiento alguno del coste.

Estas son las conclusiones que se extraen del Índice de Precios de Consumo (IPC) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La fuerte subida viene encabezada una vez más por el grupo de Vivienda, con una tasa del 12,3% interanual, seguida por el grupo de Transportes, con un aumento de precios del 9,1% respecto a agosto de 2020. Tampoco la conocida como cesta de la compra mejora sus datos frente al año pasado. En agosto, el grupo de Alimentos y bebidas no alcohólicas presentó una tasa de inflación del 2,5% anual. Estos tres grupos son los que más se dejan notar en el bolsillo de los aragoneses, dado que son los que superan el umbral del 2% interanual, cifra que el Banco Central Europeo (BCE)_considera como cifra estable en sus baremos.

La razón para el grupo de la Vivienda, como era de esperar tras una serie de máximos históricos, se halla en la fuerte subida de la factura energética. «Intento controlar muchísimo la luz y cumplir con las horas valle, pero aún así es muy difícil reducir el gasto», comentaba ayer una mujer en los pasillos del Mercado Central. Y es precisamente en los negocios que tienen su puesto en este mítico emplazamiento quienes también sufren por la electricidad y que se enfrentan a un dilema en este momento: ¿registrar menores beneficios o apostar por un aumento del precio?

En la Carnicería Miranda, por ejemplo, con todas sus cámaras frigoríficas y escaparates para lucir el género a pleno rendimiento, lo tienen claro. «En el último mes hemos pagado 600 euros, 300 más que hace unos meses. Pero nosotros no subimos ni un euro el coste de nuestra carne», aseveraba la dueña del local.

El segundo responsable de esta drástica subida del IPC es el grupo de Transporte, con un aumento de precios del 9,1% respecto a agosto de 2020. En este caso, el mayor coste de los carburantes y combustibles en la comparación interanual y el coste de la compra de vehículos (que el año pasado registró cifras muy bajas) han causado este incremento.

LOS CARBURANTES TAMBIÉN SUBEN

Los carburantes han registrado un incremento de los precios tanto del gasóleo como de la gasolina, siendo esta la que más ha aumentado su precio, casi 1,5 euros por litro. Y los trabajadores de las gasolineras son los primeros en ratificarlo. Es el caso de Francisco, empleado de una distribuidora situada cerca de las Delicias, quien comentaba que ayer mismo fue día de subida del precio de la gasolina quien dice que sus clientes afirman «que cada vez es un gasto mayor para ellos». «Los que usan el coche para trabajar lo siguen llenando, pero cada vez se ven más particulares que en vez de cargar el depósito hasta arriba le echan solamente 20 o 30 euros», añade. «Al final si tienes un coche vas necesitar combustible, este al precio que este», concluye Francisco. Nieves, conductora zaragozana, comenta que el precio de la gasolina «ha subido mucho más que el del gasóleo». La zaragozana asegura pagar “por lo menos tres o cuatro euros más que hace un mes» cada vez que llena el depósito de su vehículo. A comienzos de verano ambos precios eran un 3% más caros que en la primera semana del verano de 2020, momento en el que se comenzó a registrar en el país mayor movilidad.

Aunque es habitual que los precios suban durante el verano durante agosto de 2021, el precio de la gasolina llegó a igualar los precios del verano de 2013, el gasóleo igualó los precios de 2015. 

Tampoco la conocida como cesta de la compra mejora sus datos frente al año pasado. En agosto, el grupo de Alimentos y bebidas no alcohólicas presentó una tasa de inflación del 2,5% anual. Aquí las causas son dos. Por un lado, la subida del precio de la fruta, muy significativa en casi todo el país según el informe del IPC. Por otro, el impuesto sobre las bebidas azucaradas (aumento del IVA), que ha pasado de ser del 10% al 21%. Aquí también lo notan los compradores. Una mujer, que esperaba a ser atendida en uno de los puestos del mercado, admitía que la fruta es lo que más ha subido el precio este año. «De hecho, me vengo aquí porque suele estar más barato que en el barrio», explicaba la mujer.

Fuera de los tres grandes responsables de la subida de precios, existen otros grupos analizados por el IPC que también se han visto incrementados, aunque con bastante menos incidencia. Con tasas de inflación entre el 1% y el 2% anual se han situado en agosto en Aragón los grupos de consumo de Hoteles, cafés y restaurantes (1,7% anual), Enseñanza (1,6% anual) o Vestido y calzado (1,1% anual).

Por último, los precios se han reducido en agosto en comparativa anual en los grupos de consumo de Bebidas alcohólicas y tabaco (un -0,5% anual), Ocio y cultura (con -1,3% anual) y Comunicaciones (que registra un -3,0% anual).

Entre las provincias aragonesas la tasa de inflación en agosto ha llevado un camino desigual. Así, en Huesca se ha situado en un 4,2% anual, mientras que en Teruel este parámetro era del 3,4%, y del 3,6% en Zaragoza. En el conjunto de España, el IPC ha subido igualmente un 0,5% en agosto en relación al mes anterior y sitúa su tasa interanual en el 3,3%, cuatro décimas por encima del mes precedente, siendo la tasa más elevada desde octubre de 2012.