"Si activas tu mente, activas tu corazón. Manténte activo" es la frase que da la bienvenida al Hogar de Mayores Las Fuentes. No se equivoca. Las personas que conforman este centro son el ejemplo de ello. Son las 11.00 horas de la mañana y la entrada del hogar es un flujo constante de gente de mayor edad. Es septiembre y el comienzo de la temporada ha dado inicio.

La red de hogares del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) ha comenzado el curso ofertando 293 actividades, que irán incrementándose progresivamente, y que llegarán a 3.400 usuarios, cifra que también crecerá conforme avance la normalidad. "Nuestro objetivo ha sido siempre adecuar el uso de los hogares, tan necesario para los mayores, a la realidad epidemiológica, por eso abrimos pronto sus puertas y empezamos a ofertar servicios en cuanto fue posible, conjugando siempre salud emocional y física", declara la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto.

Un momento que los usuarios y los aproximadamente 10.000 socios del centro vivieron como un respiro. "Están como locos por hacer actividades. Es una necesidad ya básica", declara la directora del Hogar de Mayores Las Fuentes, Ana Ávila.

Este recurso fundamenta las actividades en cuatro bloques: físicas, cognitivas, relacionadas con las nuevas tecnologías y culturales. "Las actividades están cuadradas dentro de programas o proyectos. Tenemos actividades de envejecimiento activo; programas de prevención y autonomía; programas con La Caixa, en un concierto del IASS con la entidad; y las actividades integradoras", comenta.

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, visita el Hogar de Binéfar en el inicio de la temporada de los centros. SERVICIO ESPECIAL

Actividades para favorecer la integración

Estas últimas son las que concentran el calendario de actividades del hogar hasta diciembre. Desde gerontogimnasia al aire libre; cerebro creativo, "basado en la memoria de una forma dinámica y divertida"; manejo del móvil, que abarca a las personas de mayor edad y un menor desconocimiento tecnológico y aquellas de menor edad y con mayor destreza entre las nuevas tecnologías; risas y juegos; encuentros musicales; y Relájate y vive, la actividad con el mayor número de grupos.

"Hacemos respiración, atención plena, auto masaje y estiramiento y silla. Al principio ponemos atención a la respiración para centrarnos en el cuerpo, así la cabeza se mueve menos y bajan los niveles de estrés y ansiedad. A partir de ahí, hacemos estiramientos, masajes para favorecer la circulación sanguínea, ejercicios de circulación e intentamos promover la respiración, el sistema nervioso y estirar para seguir manteniendo flexibilidad, la postura", explica el profesor de Relájate y Vive, Nacho Izquierdo, con quien las usuarias del grupo 2 están "encantadicas".

Una alegría que reporta en salud. "Para mi espalda y mis huesos me viene muy bien", señala Asunción Pascual, quien lleva más de 30 años en el hogar de mayores, con el que está "contentísima", y cuyo marido Jesús era voluntario del centro, quien se ganó el renombre de "El mariachi". "Con él cantábamos la jota, disfrutábamos mucho y además nos servía de terapia", expresa Vicenta Gutiérrez en un momento de honrar a Jesús. "Llevo las manos llenas de artrosis y en el cuello, 14 operaciones, entonces Relájate y Vive me sirve de mucha terapia al estar con la gente", añade.

Las actividades son el incentivo para mantener una rutina activa en la población mayor. "Los dolores no me los van a quitar pero así salgo de casa", unas palabras de Pilar Martina, quien camina hora y media con la ayuda de su andador para venir al hogar, que suscitan la manifestación en corrillo de sus compañeras: "A todas nos pasaría eso". En definitiva, como María Cruz Beleret indica, "tenemos todos los dolores del mundo pero hay que seguir viviendo".

Precisamente, vida es lo que ofrecen los hogares de mayores. "Mucha gente dice que somos su familia. El enganche con el centro es muy fuerte. Hay personas que no tienen familia o los hijos están trabajando, entonces vienen aquí y están prácticamente todo el día", expone Ávila. Una vida que permanece a pesar del coronavirus. "Había gente con miedo pero fue superado por las ganas que tenían de venir. Nos decían que preferían venir porque si no se morían de depresión", en referencia a la vuelta tras el confinamiento, durante el cual este servicio del IASS permaneció activo.

Las actividades son el incentivo para mantener una rutina activa en la población mayor. ANDREEA VORNICU

Atención individual

Junto a las actividades, el hogar de mayores desarrolla el Programa de Autonomía Personal, "una especie de rehabilitación, con sesiones de terapia ocupacional y fisioterapia. Se trabaja con el modelo de atención centrada en la persona con las preferencias que tiene cada persona mayor. Y, a parte de la relación que hacen ellos, se realizan actividades complementarias con los familiares. Hay un grupo de señoras, que les acompañan los maridos y entre ellos han hecho piña", declara la trabajadora social del Hogar de Mayores Las Fuentes, Cristina Sola Gallar.

Las actividades se engloban en el objetivo principal de los hogares de mayores: la prevención. "Dentro de las escalas que tiene el sistema de servicios sociales y socio sanitarios, lo último es la residencia. Se intenta prevenir o subir los escalones de forma más despacio o pausada para que la persona pueda mantener las capacidades a nivel cognitivo y físico", manifiesta Ávila.

Unas actividades que cuentan con la aprobación de la Junta de Mayores, el órgano de representación de este colectivo, donde participan Miguel Núñez, para quien salir de casa y acercarse al hogar es uno de los grandes beneficios que le aporta este servicio, y Ángel Botero, a quien le gusta "hablar con la gente, meterme de broma con Ana o con los abuelos" y quien se ha apuntado a música. Su filosofía refleja que "no son los años, sino cómo los vives", el otro cartel que da la bienvenida a este hogar.