El objetivo del programa de cribado colorrectal del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón es llegar al 100% de la población de entre 50 y 70 años en 2024; sin embargo, desde la Asociación Española Contra el Cáncer han constatado que la situación actual es «peor a la de antes de la pandemia» porque se está citando a menos personas. La asociación que en Aragón preside Patxi García Izuel no dispone de datos concretos pero reconocen que el primer contacto es a través de Atención Primaria, que en estos momentos está volcada en la vacunación y todo lo relacionado con la pandemia, lo que provoca más dificultades para acceder al médico de cabecera, y la tardanza en la derivación a los oncólogos, que «sí dicen que cada vez llegan casos de cáncer más avanzados» y eso es porque «está costando más» llegar a las consultas.

García Izuel reconoce el esfuerzo que se está haciendo desde el Gobierno de Aragón porque el programa se complete en 2024, aunque asegura que «si está antes, mejor» porque habrá aragoneses a los que hasta esa fecha «no se les diagnosticará» el cáncer de colon o de recto en estados tempranos, cuando todavía no hayan comenzado los síntomas. En este sentido, considera que se ha demostrado que el cribado es «eficiente» y «ahorra mucho dinero en tratamiento y, sobre todo, en vidas». Por eso, hace hincapié en que la supervivencia en el cáncer de colon está entre el 50 y el 60%, cifra que superará el 90% cuando «esté desarrollado el programa completo y las personas vayamos a hacernos la prueba», asevera, antes de añadir que la diferencia es «abismal», sobre todo teniendo en cuenta que este cáncer es el que «afecta a más número de personas». De hecho, en 2020 se diagnosticó en España a 38.791 personas, de las que 1.200 eran aragonesas (y 553 fallecidos).

Preocupa la cifra de participación, que es del 60%, pese a que se trata de «una prueba no invasiva», pero, dice, hay más resistencia «de la que nos gustaría». ¿Por qué? «No lo sabemos», pero quizá se deba a la no asistencia a Atención Primaria si no hay molestias y también, añade, a que «hay miedos» y por eso no acuden a las pruebas de diagnóstico precoz, «por si en la visita detectan algo».

Extender la Radioterapia a Teruel

En este sentido, afirma, aunque sin datos sobre la mesa que las mujeres sí son más conscientes a la hora de la cita porque «son más disciplinadas» mientras que el hombre tiene «más resistencia a acudir al médico». Además, la mujer participa también en el programa de mamografías de prevención del cáncer de mama. Aquí sí que se retomó a partir de mayo el «ritmo normal», aunque, García Izuel afirma que quizá sea ralentizado en las zonas rurales porque «los especialistas aseguran que se han dado casos de cáncer de mama en estados más avanzados».

Para la asociación es un "gran paso" que, a partir de 2023, el hospital San Jorge de Huesca cuente con servicio de Radioterapia, lo que provocará que 250 personas al año no tengan que desplazarse a otra ciudad. Ahora, reclaman que también se ponga en marcha en Teruel, algo que desde la consejería les han asegurado que estará vinculado al nuevo hospital de Teruel, pero «nos gustaría que fuera antes» porque todavía falta mucho y algunas personas «no se pueden permitir por salud o por edad» estar seis horas en el coche durante 30 días» para recibir tratamiento.