La consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón ha comenzado a inocular la tercera dosis contra el covid-19 a los mayores que viven en las residencias. Los primeros en hacerlo han sido esta mañana los 84 usuarios del centro DomusVi Fontibre de la capital aragonesa, que recibieron con alegría ese pinchazo de recuerdo, en un proceso que se generalizará a partir del lunes para llegar a 15.500 residentes. Los centros de salud, como «con la primera y segunda dosis», serán los que se pongan en contacto con las residencias, con los que el Departamento de Ciudadanía y Servicios Sociales ya ha mantenido conversaciones para organizar cuando se producirá la vacunación, contó la consejera, María Victoria Broto en Teruel.

Casi al mismo tiempo, la titular de Sanidad, Sira Repollés en su visita al Banco de Sangre, adelantaba que algunos mayores ya estaban recibiendo esa tercera dosis porque, desde el momento que fue realidad la posibilidad de inocularla, «ya dimos la orden a los centros de salud para que avisaran a las residencias correspondientes».

«La estábamos esperando, porque la posibilidad de brotes nos daba mucho miedo», reconocía Mariví Aranda, la directora de la residencia pionera en esa nueva jornada de vacunación. El jueves les "llamaron del centro de salud de Oliver para ver si podían venir y como ya habíamos hablado con las familias», se han convertido en los primeros en reforzar esa inmunización. Todos con Pfizer; a los que se les inoculó Moderna tendrán que esperar unos días. Ha dicho que tienen «cuidado» pero esa tercera dosis les aporta «cierta seguridad» y menos temor a los «rebrotes».

Otros colectivos

Esa rapidez en reforzar la protección de los mayores también ha sido con satisfacción por María Emilia Bergasa, presidenta de Lares, Asociación Aragonesa de Residencias y Servicios de Atención a los mayores, quien ha señalado que se trataba de una medida «esperada, deseada y solicitada» porque «no nos podíamos permitir que fuera disminuyendo esa inmunización porque aumentaría los riesgos», ha afirmado, para después añadir, que los centros de salud ya se han ido poniendo en contacto con sus asociados y, a partir del lunes, comenzará la tercera vacunación. Bergasa además, ha dicho que este es un primer paso, y que, tras los residentes y los inmunodeprimidos, tienen que ir los «profesionales» de las residencias.

Por su parte, la consejera de Ciudadanía, ha explicado, que en estos momentos hay una veintena de brotes activos, que afectan a 300 mayores, aunque algunos se encuentran ya «a punto de terminar los 28 días para que se consideren cerrados». Serán estas residencias las que se dejen para el final del proceso.

Repollés también ha comentado que se podría plantear la posibilidad de incluir a otros colectivos en este proceso, además de los del denominado Grupo 7 o «incluso los mayores que no habitan en residencias.